Pendientes de Mbappé

Kylian Mbappé. Es la incógnita después del golpe de realidad. Tras los cinco cañonazos del Arsenal a la galaxia blanca. Pendientes del francés. De su tobillo derecho. De un esguince leve que, desde el club, entienden que no reviste gravedad como para dejarle KO en Copa. Aunque las pruebas, el verdadero veredicto, llegarán mañana. Así lo trasladan fuentes consultadas. Hoy descansa la plantilla y mañana habrá vuelta a la acción. Ese será el momento en el que Mbappé mida el alcance de la dolencia. El partido ante el Athletic, recordemos, queda fuera de la ecuación (se lo pierde por el plantillazo a Antonio Blanco). El Getafe, el miércoles, es un interrogante. Pero, en principio, no peligra La Cartuja.

Se comprobará el estado del tobillo. El dolor, especialmente a la hora de soportar peso; la sensibilidad al contacto; si hay o no hinchazón; la estabilidad a pisar; y la amplitud de movimiento que tiene la articulación, más de 24 después del percance. De una jugada fortuita en el tramo final. En el 78′. En una presión del francés a Declan Rice. A la desesperada, como lo estaba el Madrid. Trató de evitar caer sobre el centrocampista gunner y ahí llegó el mal apoyo. El tobillo derecho se torció y Mbappé se quedó en el suelo. Con claros gestos de dolor. De inicio pareció que Kylian podría seguir, por la manera de apoyar, pero no. Pidió el cambio y se marchó. Cabizbajo, consolado por Ancelotti... y pitado. Adiós a la Champions entre silbidos.

A cero

Una melodía de viento que reflejó el sentir de una afición que respondió. Que creó la atmósfera de una remontada que ni se acarició. Y al ver cómo el crack aterrizado para noches como la de ayer, descorchó su desesperación. Sobre Kylian. Sobre un futbolista que se ha apagado en el momento donde se deben encender sus luces. Ante el City se exhibió, pero contra el Atleti y el Arsenal, en octavos y cuartos, nada. Ni goles, ni asistencias. Ni sensación de peligro. Más allá de una ocasión en la ida que pudo cambiar el sino de la eliminatoria, pero no. Fue a las manos de David Raya y después llegaría el festival de Declan Rice.

Entre la ida y la vuelta llegó el episodio de Vitoria. La entrada sobre Antonio Blanco. Un cruce de cables que dejó tocado a Kylian. No tardó en ir a pedir perdón al canterano del Madrid. “Está dolido, decepcionado”, reconoció Ancelotti. Justo antes de lanzarle un guante: “Necesitamos sus goles contra el Arsenal”. Para la remontada, pero no llegaron. Recibió a los de Arteta inmerso en su peor racha goleadora desde su fichaje. Cuatro encuentros sin ver portería. Ya le había ocurrido una vez, entre octubre y noviembre, pero no llegó al repóker. Este vez sí. Real Sociedad, Valencia, Arsenal, Alavés y Arsenal. Todos agua. Lleva 33 goles, pero el 34 se le está resistiendo. Y en ese estado de espera, al Madrid se le ha esfumado la Champions...

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