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REAL MADRID | DE PEÑA EN PEÑA

Pegalajar nos da su porra del Clásico: “¡1-3!”

Pegalajar es un pueblo de la provincia de Jaén, ubicado en la misteriosa y atractiva Sierra Mágina. Tiene 3.136 y es la sede de la peña madridista 7 Pilillas.

Los miembros de la peña madridista 7 Pilillas, de Pegalajar (Jaén), con Tomás Roncero.

Pegalajar es un pueblo de la provincia de Jaén, ubicado en la misteriosa y atractiva Sierra Mágina. Sus 3.136 habitantes presumen del Arco de la Encarnación, que es un edificio gótico del Siglo XV, y de la iglesia de Santa Cruz, templo renacentista del Siglo XVI, que sufrió grandes daños en la Guerra Civil española y en la que destaca su torre campanario, que es un resto de la antigua fortaleza medieval. Tampoco pasa inadvertida su charca natural, un embalse que recoge las aguas del nacimiento de la Fuente de la Reja. Fue una laguna formada por un simple dique de contención. En 1903 se construyó un muro alrededor de todo su contorno y entre 1944 y 1949 se realizaron diversas reformas elevándose el muro perimetral y pavimentándose el suelo. Su función principal es el control del recurso hídrico, pero también es un espacio social y simbólico fundamental en la vida de Pegalajar.

Y no olviden la Cueva de los Majuelos. Fue descubierta por un pegalajareño que pisó un hoyo y al mirar lo que había debajo descubrió una espectacular cueva natural. Allí tuvo el valor de crear un restaurante natural, con la vikinga Luchi al frente, que sirvió de escenario idílico para festejar el 30º aniversario de la peña madridista del pueblo: 7 Pilillas de Pegalajar. Su presidente, Martín Lozano, lidera una joven junta directiva en la que Ángel Jiménez es el Fede Valverde que está en todas partes ayudando y colaborando. Más de 110 comensales, entre ellos los merengues de la peña ‘Mancha Real Juanito’ y los de La Guardia, que acompañaron a Francisco Bonet, emergente defensa central de los años 80 que vio truncada su meteórica carrera por una entrada brutal de Migueli en una final de Copa en La Romareda (1983). Todos me trasladaron un deseo: “¡Vamos a ganar este Clásico por 1-3!”. Así sea, amigos.