Patxi Salinas: “No soy de Alkorta ni de nadie, soy del Athletic”
El extécncio del Bilbao Athletic no recibió ningún guiño del club en verano en pleno proceso electoral pese a salvar al filial del descenso: “No me llamó ni el de Jazztel”, ironiza.
La preocupante situación clasificatoria del Bilbao Athletic en el sótano de la tabla de la Primera Federación es un tema capital en la estructura de Lezama. El club apostó en verano por darle las riendas a Bingen Arostegi como entrenador y, tras su destitución, por Álex Pallarés. Patxi Salinas pasó de perfil por las elecciones del Athletic de mayo. Ninguno de los tres candidatos (Uriarte, Aretxabaleta y Barkala), de manera asombrosa, contacto con él para pulsarle o deslizarle la continuidad al frente del banquillo del filial, al que había salvado del descenso el curso anterior protagonizado una segunda vuelta espectacular. Fue presa de la voracidad electoral de Ibaigane.
Ahora, la inercia es casi irreversible para un Bilbao Athletic herido. Se teme lo peor: “Veo muy mal al Bilbao Athletic. Calculo que la salvación estará en 45 o 46 puntos y tienes 21 puntos. Necesitas por lo tanto ganar ocho partidos y empatar otro, y quedan once jornadas. Sinceramente, en dinámica positiva igual podría ser, pero lo veo muy negro”, lanza el exleón y excentral del Celta. Salinas, un técnico con carisma y personalidad, un motivador nato, al no recibir ninguna propuesta del Athletic, aceptó el reto del Portugalete en Tercera Federación, aunque en el mes de diciembre pasado renunció al cargo dejando el equipo en séptima posición.
Su gesta con el Bilbao Athletic quedó patente, aunque no le sirvió en exceso: “Fue la leche. Faltando una jornada estábamos librados así que fuimos a Madrid a jugar la última jornada ya relajados. Cuando volvíamos yo pensaba que me iban a llover las llamadas para ofrecerme la renovación, pero esa semana no me llamó ni el de Jazztel”, relata en la tertulia de Radio Bilbao de la SER. Posteriormente se fue de “de vacaciones y el 30 de julio no me llamó tampoco nadie. Fue difícil, fue un palo anímico importante. Es tu casa, y si has hecho bien las cosas no entiendo por qué tienes que cambiar. No entiendo, si cumples los objetivos, no poder seguir”, subraya, aunque la explicación puede hallarse en una etiqueta que no le corresponde. Lo deja patente: “Posiblemente te encasillan porque eres de Alkorta (en entonces director deportivo), o de este otro, pero yo soy del Athletic, soy socio del Athletic, mis padres eran socios del Athletic. Seré amigo de Alkorta toda la vida, pero por encima soy del Athletic”, zanja contundente.