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REAL VALLADOLID

Pacheta, el hombre de club que hizo creer en la cantera

Potenció a jugadores de las categorías inferiores, además de se un ferviente defensor de otros equipos del Real Valladolid, como el femenino o el de baloncesto.

Pacheta, junto Arroyo, en su debut en el Camp Nou.
Real Valladolid

Incluso en el dolor producido por su despido, Pacheta intentó ser optimista hasta el final. En su despedida del Real Valladolid, esbozó unas cuantas sonrisas, en realidad, a medio camino entre la tristeza y la melancolía. Las lágrimas de algún asistente a la rueda de prensa hablan de la huella que ha dejado aquel que hizo creer y obró un ascenso casi milagroso, en el que casi nadie, salvo él y cuatro locos más, esperaba que pudiera producirse. Sin lugar a dudas, esa huella se ha notado y se notará en la cantera, a donde miró más que ningún otro entrenador en los últimos años.

Ciertamente, en la etapa anterior se produjo el asiento de algún otro futbolista forjado en Los Anexos en el primer plantel, aunque con una edad superior a la de alguno de los debutantes con el entrenador burgalés y con momentos como la salida de Anuar. No fueron habituales, sin embargo, los pasos por el primer equipo de jugadores en edad sub’21, como sí han llegado con Pacheta; el más claro, el de Fresneda, quien se encontraba aún en el División de Honor antes de que decidiera que tenía que estar a sus órdenes. Lo hizo gracias a los entrenamientos con dicho equipo, a los que encontró una utilidad especial durante estas prácticamente dos temporadas.

Igual que ensalzó al mencionado Anuar siempre que pudo, recordando públicamente cuánto echaba de menos a su santo y seña hasta sus últimas comparecencias, el ya exentrenador del Real Valladolid demostró con sus repetidas asistencias a Los Anexos su creencia en un caladero que necesitaba precisamente eso: alguien que creyera que las generaciones que vienen deben ser tenidas en cuenta. Así lo explicaba en fechas recientes Julio Baptista, entrenador de Promesas, en este periódico: “Si arriba no estuviera un entrenador que pone al jugador, el trabajo de la cantera no se vería tanto como se está viendo ahora, que, cuando hay que tirar de abajo, Pacheta no duda, y nosotros, para eso estamos”.

Arroyo, Lucas Rosa, Torres, Aceves y Pozo son los jugadores del filial que han debutado en Primera División a lo largo de la presente campaña; algunos como Lucas Rosa, sobre todo, y en menor medida David Torres, ya integrantes del equipo profesional, que integra también el propio Fresneda, cuya irrupción propició hace quince meses, en Segunda, y en quien ha confiado en contextos de exigencia, en diferentes momentos, hasta su último partido en el Bernabéu. El mensaje repetido a menudo, verbalizado en una rueda de prensa que se viralizó, era que estuvieran preparados, que en cualquier momento podían estar a sus órdenes, a las que también tuvo a Slavy, en Segunda, o a Diego Moreno en Copa del Rey.

Conocido su despido, han sido varios los técnicos de las categorías inferiores que han mostrado públicamente su cariño y agradecimiento, a través de sus redes sociales, hacia un entrenador cercano con ellos, sensible con su trabajo, que ayudó a concretar con esas decisiones tomadas de contar con jugadores en desarrollo, en unos cuantos casos, bien de Valladolid o formados aquí, otro rasgo identificativo poco habitual en la última década. De los citados, Aceves, Torres y Arroyo son de aquí, mientras que Fresneda, Slavy y Diego Moreno se pueden considerar productos de la casa, dado que se encuentran en su tercer año de formación en el Real Valladolid.

En la grada del RV Simancas y al Pucela Basket

Igual que era frecuente ver a Pacheta y a su cuerpo técnico en los partidos de los diferentes equipos de la cantera, lo fue verlo siguiendo a otros equipos de la estructura, como el femenino o el de baloncesto. Al Real Valladolid Simancas lo acompañó en su primer partido de Liga o en el primero disputado en la historia en el José Zorrilla, mientras que en Pisuerga, viendo al Pucela Basket, era un habitual y forjó una gran amistad con su entrenador, Paco García.

“Me ha enseñado cosas. Pasé un día malo; me afectó. He conocido a una excelente persona y a un excelente profesional y lo único que puedo desearle es la mayor de las fuentes en el futuro, que nos sigamos viendo y que nos sigamos viendo en las canchas, a donde le gusta venir, y en los campos de fútbol, a los que a mí me gusta ir“, dijo con la voz quebrada el técnico del Real Valladolid Baloncesto en su rueda de prensa de este martes, previa a su próximo partido.