Oyarzabal y el orden natural del derbi
El capitán de la Real Sociedad se encuentra en su mejor mejor momento, y con ganas de anotar su octavo gol al Athletic.
Hay algo casi terapéutico en ganar un derbi. El café sabe mejor, la semana se hace más corta y hasta el lunes parece un día decente. Porque ganarle al Athletic no es solo sumar tres puntos: es un gustazo ancestral, una tradición doméstica que nunca pasa de moda. Este sábado, Anoeta estará como una tamborrada fuera de control. La Real Sociedad llega con dos victorias que han devuelto un poco el ánimo a la afición, y con Sergio Francisco en el banquillo deseando estrenarse como manda la liturgia: ganando al vecino. No necesita más motivación que eso.
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Ahí estará Mikel Oyarzabal, el de siempre, ese ‘francotirador’ del gol que atina especialmente cuando enfrente hay camisetas rojiblancas. Siete veces ha ‘cazado’ ya en LaLiga, y ojalá siga la tradición. Y si el fútbol quiere tener un detalle y Sadiq elige este día para estrenarse, pues perfecto: que Anoeta reviente de alegría. No hay billetes, no hay calma, no hay medias tintas. Solo vale ganar. Que la Real imponga su ley, que los rojiblancos enmudezcan por unas cuantas horas, y que el domingo Gipuzkoa amanezca con esa sonrisa discreta de quien sabe que, por otro año más, el orden natural del mundo sigue en su sitio.
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