Otro ‘milagro’ con Camavinga
Sólo ocho días después de sufrir una rotura, toca balón. Se le diagnosticaron tres semanas. Tiene opciones de llegar al Brest... y el derbi ya no peligra.
De tres semanas, a una y media. Quizá dos, pero no más. El enésimo ‘milagro médico’ del Real Madrid. Donde aún no se convierte el agua en vino, pero sí se acortan plazos de manera fascinante. Hay trabajo, mucho trabajo detrás. En la sombra. Pero también una estrategia comunicativa con tendencia a inflar diagnósticos. Mejor decir una cifra y que acabe siendo menos, a lo contrario. Es lícito, pero salta a la vista. El último caso ha sido el de Camavinga y su rotura: de tener que pasarse tres semanas en el dique seco y estar en peligro el derbi (8 de febrero, 21:00h), a tocar balón en ocho días y aspirar al Brest. Ni la panacea universal de El Médico dio tales efectos. Es el Real Madrid.
Camavinga se lesionó ante el Celta. Fue el 16 de enero, jueves. Un partido en el que fue suplente, salió en el 70′ y terminó en pesadilla. Porque un error suyo propició el 2-1, pero sobre todo, porque en los minutos finales notó un pinchazo en el bíceps femoral izquierdo. En caliente, pudo seguir. Pero cuando la zona se enfrió, se descubrió que sufría una pequeña rotura. Directo a la enfermería y tres semanas de baja. Entonces quedaban 22 días para el derbi, por lo que el runrún estaba servido. Muy justo. Pero al final, llegará muy relajado.
Ocho días después
Fue en la sesión de ayer cuando desvió las miradas de los medios de comunicación: mientras sus compañeros entrenaban en el campo 4... él lo hacía en el anexo. Ahí estaba, Camavinga. Prácticamente como si nada. Corriendo, esprintando, saltando y golpeando balón. Pase en corto, arrancada, pase en largo y galopada. Sonrisa y choque con el readaptador. Muy buenas sensaciones. Sólo habían pasado ocho días de su rotura, pero ya estaba golpeando. Pidiendo paso. Estar en Valladolid era una utopía, pero se le puede considerar ‘duda’ contra el Brest. Y eso, teniendo en cuenta el diagnóstico inicial, es admirable.
Objetivo Roudourou
De llegar, supondrá haber regresado 13 días después de su lesión. Ni dos semanas. El plan es que aún realice un par de entrenamientos individuales (hoy ha vuelto a golpear balón) y que lunes-martes, si las sensaciones acompañan, haga las sesiones con normalidad y ejerzan como test para saber si puede jugar. Lo que está prácticamente descartado es que sea titular, pues hay compañeros con más ritmo competitivo, pero Camavinga aspira a viajar. A estar disponible. Y quien sabe si a jugar algunos minutos. Para la siguiente jornada de Liga, ante el Espanyol, llegará seguro.

Previsión
Fecha | Hora | Partido | Estado |
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25 de enero | 21:00h | Valladolid-Real Madrid | Baja |
29 de enero | 21:00h | Brest-Real Madrid | Duda |
1 de febrero | 21:00h | Espanyol-Real Madrid | Disponible |
5 de febrero | 21:00h | Leganés-Real Madrid | Disponible |
8 de febrero | 21:00h | Real Madrid-Atlético | Disponible |
Deberes pendientes
La próxima semana será la de su regreso. Un retorno entre incógnitas y con la competencia a flor de piel: al buen nivel de sus compañeros, se une que él sembró dudas en sus últimas apariciones. Estuvo superado en la final de la Supercopa (y sustituido al descanso) y cuajó el grave error contra el Celta. No ha vuelto a jugar desde entonces, siendo la sala de máquinas para Valverde, junto a Modric o Ceballos. Uno cada noche. Camavinga es muy del agrado de Ancelotti y, pese a su visible bajón, no le pierde la fe. Cuando esté, volverá. Y será entonces cuando deberá espantar los fantasmas. Desde luego, la lesión la tiene casi espantada. Y el ritmo de recuperación asombra. Otro ‘milagro médico’ en el Madrid.