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El plan de Xavi para Cornellà

El técnico quiere ganar ya la Liga en el campo del Espanyol y no especulará. Si las molestias de Gavi han remitido, la presencia de Dembélé o Raphinha es la única duda. Saldrá el once de gala.

Once inicial del Barcelona. De pie; Marc-André ter Stegen, Ronald Araújo, Andreas Christensen, Jules Koundé, Robert Lewandowski y Sergio Busquets. Agachados: Raphinha, Pedri, Gavi, Frenkie De Jong y Álex Balde.
GORKA LEIZADIARIO AS

Si las molestias físicas que obligaron a Gavi a abandonar el partido contra Osasuna han remitido, Xavi planea asaltar el título de Liga en el RCD Stadium de Cornellà con su once de gala, que ahora mismo sólo tiene la duda de razonable de Dembélé o Raphinha. El francés es el preferido del entrenador, que sin embargo podría premiar el buen tramo final de temporada del brasileño haciéndole sitio en el once.

El Barça, pues, podría repetir el once que ganó 4-0 al Betis hace dos jornadas y dejó casi resuelta la Liga. Ter Stegen; Koundé, Araújo, Christensen, Balde; Busquets, De Jong, Pedri, Gavi; Raphinha y Lewandowski. Xavi sabe que le espera un Espanyol que jugará con cinco defensas pero que intentará jugar desde atrás y encontrar a Darder y Melamed para correr en las transiciones con Braithwaite y Joselu.

El Barça tiene retos pendientes en el partido, más allá de la pimienta que tiene un derbi. Ter Stegen quiere mantener hasta el final de Liga su promedio, el mejor de la historia de la competición en estos momentos (0,33). Lewandowski se juega su condición de máximo goleador ante Benzema; y Busquets quiere irse del derbi de la ciudad con una victoria. Tácticamente, por lo demás, no se esperan grandes cambios. Koundé ha terminado estabilizándose en la banda derecha y Araújo y Christensen tendrán trabajo con Joselu. La banda de Balde será un arma ofensiva para Xavi, que espera también la mejor versión de Pedri, a quien ha costado algo coger el ritmo en estos partidos.

Xavi, que dio fiesta este viernes a la plantilla, ha mentalizado a sus jugadores para un partido con una atmósfera eléctrica. El Espanyol se está jugando una permanencia pero para el Barça no deja de ser una final. Después de tres años de sequía, el futuro campeón no quiere esperar más.