Ojo al dato: Madrid 14-Rivales 3
A estas alturas del cuento, la historia se repite. “El Madrid no juega a nada”. “Gana, pero no convence a nadie”. “Este Madrid no puede optar a la Champions”. “Ancelotti no consigue hacer olvidar a Kroos”. “Vinicius y Mbappé no se llevan bien y no conectan”. “Rodrygo está cansado de sentirse marginado”. “Si no fuera por Courtois este equipo sería un desastre”. “El Barça juega mucho mejor”. “El City o el Bayern son claros favoritos para ganar la Champions”. “Modric está mayor”. “La cantera de Valdebebas no aporta nada”. “Vinicius no se merece el Balón de Oro”. “Este año tiene muy mala pinta para el Madrid...”.
Me subo a la máquina del tiempo y me traslado a la bendita y blanca primavera. El Madrid conquista su Copa número 21 en La Cartuja. El Madrid alcanza su 37 título de Liga a tres jornadas del final. El Madrid levanta en el Allianz de Múnich la Decimosexta ante el clamor del mundo entero del fútbol. Y, encima, en diciembre habrá caído antes la Copa Intercontinental y en enero la Supercopa de España. Ni siquiera me detengo, para no abusar, en el primer Mundial de Clubes, que se disputará entre junio y julio de 2025. ¿Alguien se atreve a decirme que ese escenario es imposible?
De momento, ese Madrid horrible de Ancelotti ha jugado siete partidos oficiales, no ha perdido ninguno, ha ganado cinco y ha empatado dos. Ha metido 14 goles (dos de promedio por encuentro) y ha encajado sólo tres (ni siquiera medio gol por partido). Ya sé que con este equipazo hay que mejorar bastante el juego. Pero teniendo en cuenta que durante este mes tan teóricamente tortuoso han faltado Camavinga y Bellingham (las bujías del motor del vigente campeón de Europa), conviene relativizar tanto pesimismo sociológico. Es la bendita condena del Madrid. Critícame que yo te espero en Cibeles...