Oblak, el seguro de vida está de vuelta
El guardameta esloveno volvió a jugar en Liga 113 días después y dejó buenas sensaciones de cara a los próximos compromisos con el club.
Jan Oblak ocupó la portería del Atlético en la primera jornada de LaLiga. Una imagen que no sería novedosa si no tuviésemos en cuenta que el esloveno no participaba en partido oficial desde el pasado 23 de abril, cuando completó el duelo del Camp Nou. Su ausencia en los últimos meses de competición fue provocada por una protrusión en la vértebra C4-C5 que le obligó a perderse los últimos ocho compromisos ligueros.
Durante el sprint final de la pasada campaña y en esta pretemporada, el estado físico de Oblak era una incógnita por la complejidad y la delicadeza de la zona implicada. En el mes de mayo inició un tratamiento conservador, evitando así tener que pasar por quirófano.
A partir de este momento, el futbolista extranjero con más partidos en la historia del club (393 encuentros), realizó sesiones de fisioterapia y readaptación funcional. Incluso se barajó la posibilidad de acudir a un especialista en su país natal para tratar más de cerca y evaluar el alcance de la lesión cervical sufrida. El Atlético no ha querido prisas, el único objetivo era que Oblak regresase en las mejores condiciones y se sintiera con fuerza para volver a competir.
Un regreso satisfactorio a los terrenos de juego
Una vez recuperado, en la gira de pretemporada ha disputado tres de los cuatro encuentros amistosos; en el estreno liguero completó los 90 minutos y salvó los muebles con dos intervenciones de mérito. Primero una parada de reflejos a un cabezazo del punta del Granada, Samu, y después una parada abajo a Uzuni que pudo suponer el empate en el tramo final del encuentro. Las vibraciones fueron positivas y el esloveno continúa con su plan específico para regresar a su máximo nivel tanto en lo físico como en lo táctico. Con Oblak, todo funciona mejor en el Atlético.