Objetivo Varsovia
Ancelotti parte de la idea de que deben jugar los que ganaron la Champions en Wembley. Militao y Modric entran por Nacho y Kroos. Meter a Mbappé pone en riesgo la titularidad de Rodrygo.
La final de la Supercopa de Europa, a cinco días vista, es mucho más que un partido o un título. Es la posibilidad de arrancar la temporada manteniendo viva la posibilidad de un histórico Septete. Es, también, la copa con la que Ancelotti puede igualar los 14 títulos conquistados por Miguel Muñoz, o con la que Modric puede llegar a ser el madridista con más títulos de la entidad (27) superando los 26 de Nacho y los 25 de Marcelo, Benzema y Carvajal. Más aún, y hablando del once, es el primer mensaje del curso que Ancelotti mandará a su plantilla. El italiano, perfecto conocedor de los códigos del vestuario, ya ha puesto a los recién llegados (Endrick y Mbappé) sobre aviso de por dónde irán los tiros: “Hay que tener en cuenta a los que ganaron la Champions... Es en realidad una continuación de la temporada pasada”, ha argumentado el técnico para esta ocasión, como lo hizo antes de jugar la Supercopa de 2014, ganada 2-0 al Sevilla en Cardiff, o de 2022, también ganada, esta al Eintracht (2-0) en Helsinki. Este razonamiento de Ancelotti pone al menos en duda la titularidad de Mbappé, aunque es seguro que el francés tendrá (si finalmente no es titular), minutos en la segunda parte y un papel relevante.
Ancelotti ha cumplido esa regla no escrita de que la Supercopa es una continuación de la temporada anterior (es ganar la final de la Champions la que da derecho a jugarla) en sus dos precedentes al frente del Madrid. En 2022 clavó los onces: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Mendy; Modric, Casemiro, Kroos; Valverde, Benzema y Vinicius. En 2014 no pudo hacerlo. El once de la final de Lisboa fue el siguiente: Casillas; Carvajal, Ramos, Varane, Coentrao; Modric, Khedira, Di María; Bale, Benzema y Cristiano. Pero en la final de la Supercopa de Helsinki, Kroos, recién fichado, entró por un lesionado Khedira, Pepe lo hizo por Varane (que fue suplente ese encuentro y los dos siguientes jugados en Liga, también por molestias) y James (igualmente recién fichado) por Di María, vendido al United ese mismo verano.
El presente tras la final de Wembley
Del once que ganó recientemente la Copa de Europa en Wembley ya no están Kroos y Nacho. El lugar de Nacho será ocupado por Millitao. El de Kroos por Modric. A sus 38 años, el croata ha sido uno de los jugadores que mejores sensaciones ha dejado en la gira por EE UU, donde jugó una parte entera ante el Milán, el encuentro completo frente al Barcelona y 83 minutos en el que cerró la turné ante el Chelsea. Llega sobradamente rodado, pues sólo Mario Martín y Lucas Vázquez han jugado más que él (en ambos casos, los tres partidos completos).
Aparentemente sólo hay una duda para ese once que se jugará el primer título de la temporada en Varsovia. Aunque en Londres fue titular Camavinga también opta a ese puesto Tchouameni, que no pudo llegar a estar en Wembley pues se estaba recuperando de una lesión por estrés en el pie. Por eso Camavinga ocupó su puesto.
El tema es peliagudo para Ancelotti en esta primera alineación con Mbappé recién fichado. Si quiere incluirlo en el once tiene dos opciones: mandar a Rodrygo al banquillo, lo que supondría cambiar hombre por hombre, o dar un giro al sistema hacia el 4-3-3, meter un tridente con mucha dinamita (Rodrygo, Mbappé y Vinicius) y un centro del campo con músculo, pero sin Modric (Valverde, Tchouameni o Camavinga y Bellingham). Esto sobre la mesa, porque cualquier molestia muscular en este arranque de temporada puede variar el plan. Hombres importantes como Carvajal, Tchouameni, Camavinga, Mendy, Bellingham y Valverde llegan a la cita con sólo siete días de trabajo en sus piernas.
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