Objetivo: vaciar la enfermería

El objetivo prioritario que se han autoimpuesto los servicios médicos del club es que Xavi Hernández pueda empezar la segunda parte de la temporada con todos los efectivos de la plantilla disponibles. Ahora mismo en la enfermería hay tres jugadores: Ronald Araújo, Franck Kessié y Pablo Torre.

El caso que más preocupa y ocupa es evidentemente el del central uruguayo. El defensa hizo un esfuerzo sobrehumano para intentar llegar a la cita mundialista, saltándose plazos y recortando días sin ton ni son, ante la anuencia de los médicos de Uruguay. La ansiedad por llegar a tiempo le provocó a Araújo un bloqueo mental que hubiera podido costarle muy caro en caso de que la selección charrúa hubiera pasado la fase de grupos. Desde el club tienen muy claro que su eliminación acabó evitando males mayores. De hecho, a su regreso a Barcelona, los médicos detectaron un estado de ansiedad muy preocupante, por lo que decidieron darle una semana de vacaciones con el fin de que desconectara de todo y regresase con la mente más limpia y centrada. Este miércoles esta previsto que el internacional vuelva la Ciutat Esportiva, tras haber disfrutado de una breve estancia en su país con su familia. A Araújo le esperan tres semanas de recuperación en vistas al derbi contra el Espanyol del 31 de diciembre, pero en ningún caso se le forzará. La previsión desde un principio fue de tres meses de baja, plazo que cumpliría a principios de enero.

Quien ya está muy cerca de recibir el alta médica es el marfileño Franck Kessié. El centrocampista se lesionó en los isquiotibiales de la pierna izquierda a principios de noviembre con un pronóstico de un mes y medio fuera de los terrenos de juego. Este lunes ya regresó al grupo y se espera que esta misma semana pueda recibir ya el alta. El nombre del africano ha estado en las portadas en los últimos días ante la posibilidad de una salida en el mercado de invierno, pero en AS ya desvelamos una reunión de Xavi con el jugador para desmentirle cualquier interés del club en su salida y ratificarle la confianza de los técnicos en su persona.

El tercer lesionado es el joven cántabro Pablo Torre, que lleva arrastrando desde hace ya tres semanas un golpe en el tobillo, que le ha impedido participar durante el parón mundialista con el filial. La previsión es que en una semana, a más tardar, el jugador ya pueda empezar a entrenarse con el grupo.

Asimismo, de los 17 jugadores que participaron en el Mundial, sólo quedan dos en Doha: los franceses Dembélé y Koundé. El resto se irán incorporando paulatinamente a partir de este miércoles a la dinámica de entrenamientos en la Ciutat Esportiva, aparentemente sin ninguna secuela física importante, por lo que podrán estar disponibles desde el primer día.