Objetivo: Camp Nou
Reanuda el Espanyol los entrenamientos con la vista fijada en el derbi que iniciará el camino hacia la salvación. Con reseteo mental, lesionados que regresarán y a la espera de fichajes.
Casi dos semanas, desde que volvieron de disputar en Málaga la primera eliminatoria de la Copa del Rey ante el CD Rincón (0-3), han podido descansar los jugadores y técnicos de un Espanyol que este viernes vuelve al trabajo. A reencontrarse tras haber estado unos días dispersos por el mundo, entre Nueva York, Argentina, Dubai o Islandia. Para retomar unos entrenamientos que, de forma regular, ya no se detendrán hasta que la temporada escriba su desenlace.
Con 12 puntos en 14 jornadas, a uno de la zona de descenso, inicia el Espanyol esta segunda y definitiva fase de la preparación, que llevará a la plantilla a ejercitarse una semana larga en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, hasta emprender el lunes 5 de diciembre una estadía en la Costa Cálida murciana, que le llevará hasta el día 15 a más entrenamientos y a dos amistosos, aún no oficializados, que medirán a los blanquiazules con el Torino (sábado 10) y el Mechelen (miércoles 14). Y después, llegará el segundo peaje de la Copa del Rey, el martes 20 en la isla de La Palma frente al Atlético Paso, de Segunda RFEF, y días en los que se intensificará la preparación hacia el plato fuerte con el que se reanudará la Liga.
Porque el objetivo de toda esta hoja de ruta que se reinicia este viernes no es otro que el derbi ante el Barcelona que se disputará el 31 de diciembre a las 14:00 horas, en la antesala misma de la Nochevieja, y que además de su cargadísimo contenido simbólico servirá para comprobar si el Espanyol despega de esa zona de peligro o si, al menos, logra evitar la ingesta de uvas en puestos de descenso. Con el derbi comenzará una singladura que continuará en enero contra Girona, Getafe, Betis y Almería hasta cerrar la primera vuelta. Y más allá. Con la Copa, si sigue adelante el equipo.
Pueden igualmente servir estas semanas que ahora empiezan para recuperar efectivos. Como Pol Lozano, lesionado en el último compromiso de Copa. Como Rubén Sánchez, que recayó de su dolencia que no le permite jugar desde septiembre. O como Adrià Pedrosa, quien directamente no se ha podido estrenar esta temporada. Serán una suerte de fichajes de invierno, como también se espera que lleguen de fuera lo antes posible. Es el caso de César Montes, el central elegido, y de un extremo, cuando no de un eventual portero y de un mediocentro si aún quedaran recursos y candidatos.
En definitiva, habrá permitido el obligado parón por esta anómala Copa del Mundo que el vestuario del Espanyol haya practicado un reseteo mental que era hasta higiénico después de un primer tramo de Liga en el que los resultados no habían acompañado a las sensaciones de un equipo que no dejó de luchar ni un solo partido. En que los errores groseros se multiplicaron, y penalizaron continuamente. Y en que Diego Martínez porfió en una idea que no acaba de dar sus frutos, pero en la que los jugadores creen ciegamente. Será el momento de ahondar en ella, perfeccionarla y mostrar los resultados en cinco semanas. Objetivo: Camp Nou.