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BARCELONA

Nostalgia de Gavi

El andaluz, MVP de la Supercopa del año pasado, se lesionó el pasado 19 de noviembre y está en el segundo mes de recuperación. Podría estar completamente recuperado en junio, pero volverá en la pretemporada.

Actualizado a
Gavi, ante Militao y Valverde el año pasado en la final de la Supercopa en Riad.
Juan Carlos CárdenasEFE

La Supercopa de España está huérfana de MVP. Gavi, su ganador el año pasado después de una final descomunal contra el Madrid en la que marcó un gol y dio dos asistencias, confirmando por qué había sido nombrado Golden Boy de 2022, está lejos aún de los terrenos de juego. Lesionado en el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha el 19 de noviembre en Zorrilla, está a punto de llegar al segundo mes de recuperación. Falta poco, pues, para que empiece a ganar grados en la flexión de rodilla. Hay satisfacción por cómo está trascurriendo el periodo de recuperación de Gavi, pero a los más optimistas ya les han parado los pies. Aunque es posible que para el mes de junio está prácticamente recuperado, Gavi no jugará la Eurocopa ni los Juegos y reaparecerá en la pretemporada del Barça. Es la obsesión del club azulgrana. Que no haya prisas en la puesta a punto y esté al cien por cien para el inicio del curso 2024-25.

Aunque pareció que la recuperación de Pedri permitiría al Barça olvidarse del andaluz, la lesión del canario ha agravado los problemas de los azulgrana en el centro del campo. Pedri y Gavi, que por cierto mantienen una gran relación, son dos jugadores de características completamente distintas. Laporta presumió de que Pedri había corrido por él y por Gavi en el partido de Champions contra el Oporto (13 kilómetros), cuando sus características son otras.

Como Ter Stegen, Gavi no viajó a Arabia para estar con sus compañeros. Él está a otra cosa ahora. Especialmente, al trabajo de rehabilitación. Con las muletas ya retiradas, es tiempo de empezar a andar con bastones para Gavi, trabajar en la bicicleta estática, gastar horas en la rehabilitación y de irle ganando grados a la flexión y extensión de su rodilla derecha. No son tiempos fáciles para Gavi, un competidor nato (”animal competitivo”, como lo definió el año pasado Busquets en Riad) que ha reconocido que mientras no pudo jugar cuando era un crío por la sanción de la FIFA al Barça, se apuntó a la liga de fútbol sala del colegio donde estudiaba. “Para mí era como respirar…”. Ahora, todavía tiene unos meses antes de hacer lo que más le gusta. Como desde el primer día, el Barça va a echar de menos su corazón en Arabia y la Selección, en la Eurocopa.

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