No encajar sigue siendo la tarea pendiente

El partido ante Osasuna volvió a dejar dudas sobre la fragilidad defensiva de la UD Las Palmas. Los de Carrión continúan erigiéndose como un equipo al que los rivales pueden hacer daño con poco y en El Sadar fue de nuevo evidente.

Un penalti evitable de Mika Mármol, que con un agarrón que finalizó en el área, daba a Ante Budimir la ocasión perfecta para convertir el primero para los rojillos. Con esta infracción, los amarillos ya acumulan 4 penas máximas cometidas en lo que va de temporada. Aunque 2 de ellas no acabaron en gol, este apartado se mantiene como uno de los problemas de la defensa de la UD Las Palmas.

Otro de esos lastres han sido los tantos en contra. En los 6 choques disputados, el conjunto de Carrión ha encajado doce, lo que deja una media de 2 por encuentro. Si se compara con la pasada temporada, la cifra es aún más preocupante. En el inicio de la primera campaña de García Pimienta en la máxima categoría, los amarillos recibían una media de 0,7 goles por partido, es decir, menos de un tanto por encuentro.

Aunque los números en ataque han mejorado significativamente, la defensa sigue causando problemas a una UD Las Palmas que ante el Betis tendrá que tratar de solucionarlos si quiere conseguir la primera victoria de la temporada.

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