Nadie puede detener a Nico Williams

Podríamos aplicar a este protagonista una conocida frase de cómic, adaptada a sus infinitas virtudes como jugador de fútbol: ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No... es SuperNico. Pues sí, porque ha dejado de ser el hermano de Iñaki Williams para volar en solitario en todos los sentidos, sobre el césped y en el reconocimiento del planeta.

Nico Williams recogió el Premio AS del Deporte 2024 en cuarto lugar. Lo hizo desde el palco presidencial de San Mamés, un estadio que mañana le aplaudirá a rabiar, como cada noche, porque llega una visita muy esperada: la del Real Madrid. El león de oro está a punto de cerrar un año espectacular, en el que ha ganado la Eurocopa con España y la Copa con el Athletic. Incluso fue nominado al Balón de Oro.

Empezó a desmelenarse en el segundo partido de España en la Eurocopa, contra Italia. El 10, el dorsal heredado por Muniain, uno de sus ídolos, volvió loca a la defensa azzurra y cogió vuelo por el firmamento de los grandes del fútbol. Ahí hizo grandes migas con su hermano Lamine. Dos demonios en busca de la gloria. El Barça le echó los tejos, aunque se resistió durante largas e intensas semanas. La figura de Iñaki queda reflejada ejerciendo de ese padre ausente durante mucho tiempo porque éste, Félix, tuvo que marcharse a Londres en busca de trabajo. Su madre María y su representante, Tainta, son los otros pilares que le recomendaron que no se fuera a la conclusión del contrato, en junio pasado, sino que renovase con una cláusula no muy alta de 58 millones para dejar ese dinero como agradecimiento por todo lo que le han dado y amado en Bilbao estos años.

Nico ha sido protagonista hasta de una película, Los Williams, sobre los sacrificios de sus padres hasta llegar a España. Su vida ha dado un giro que a los 22 años sobrepasaría a muchos.

El extremo recibió el galardón de AS con emoción. “Ha sido un año increíble, un sueño. Ojalá podamos llegar a la final de la Europa League en casa y seguir ganando títulos. Viene una temporada muy bonita”. Permaneció conectado cuando De la Fuente y Rodri recibieron el galardón por la Eurocopa. Y el Balón de Oro le vacilaba: “¿Qué pasa bro?”. Nico le correspondía “¡Hola hermanito”. Aquel le pidió que en 2025 acuda a la gala. No pudo estar en persona esta vez por una razón evidente: “Juego contra el Madrid, un partido difícil, ya sabes”. Y Rodri se sinceró: “Ahora mismo me lo llevaba para el City, sin duda, para que vea el frío de Manchester, bueno es parecido al de Bilbao”. El seleccionador explicó que le encantaría estar en el Athletic-Real Madrid de mañana, “Espero que estés bien”, lanzó al extremo. “Como siempre, sonriendo”, le respondió resuelto.

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