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ATLÉTICO - GRANADA

Polémico gol de Morata: ¿despeja Vallejo de forma voluntaria?

“La pregunta sería: ¿Vallejo despeja de una forma voluntaria? Si la respuesta es sí, el gol sería válido. Si la respuesta es no, entonces hay que anularlo”, interpreta Iturralde González.

Polémico gol de Morata: ¿despeja Vallejo de forma voluntaria?

El Atlético de Madrid se marchó con ventaja (1-0) en el marcador al descanso en su estreno liguero en el Civitas Metropolitano ante el Granada merced a un gol de Álvaro Morata. Se consumían el cuarto y último minuto de descuento cuando Lemar recogió el rechace de la defensa nazarí para que De Paul cediera a Azpilicueta. El centro al corazón del área del navarro lo mandó a la red el delantero madrileño tras el intento de despeje de Vallejo, que habilita al jugador rojiblanco frente a André Ferreira.

“Va a ser fuera de juego. Es un balón que viene por el aire y en el que no hay control del cuerpo y que el árbitro considera rebote. Que Vallejo no le pega con intención. Por tanto, no habilita a Morata. Pero habría que ver si Morata está en fuera de juego”, avanzaba Eduardo Iturralde González, analista arbitral de AS y la Cadena SER, antes de que Juan Luis Pulido Santana tomara la decisión definitiva tras comunicarse con Eduardo Prieto Iglesias. Cuando centra Azpilicueta, se aprecia que Álvaro Morata se encuentra por delante de la línea defensiva

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“Lo que ha valorado el árbitro es que es un despeje involuntario, que es un despeje que no se lo espera. No lo hace queriendo, porque se encuentra al balón y este viene por el aire. No como dicen ahora que debe venir por el suelo. En este caso, Vallejo se lo encuentra y le pega en el pecho. Por eso es un rebote y, si está Morata en fuera de juego, sería fuera de juego”, concluyó Iturralde González en Carrusel Deportivo, que no interpreta que Vallejo despeje o tenga la intención de despejar voluntariamente.

El gol de Morata es una jugada de escuela arbitral. Y la pregunta sería: ¿Vallejo despeja de una forma voluntaria? Si la respuesta es sí, el gol sería válido. Si la respuesta es no, entonces hay que anularlo. Para que tú habilites al jugador, tú tienes que tener control de tu cuerpo, tienes que ver cómo llega el balón. Se dice que si viene por el aire ya dejas de tener control de tu cuerpo y si intentas despejar y va el balón para atrás al que está en posición en fuera de juego pues entonces ya no lo habilitarías. Para habilitar tiene que ser que el balón venga de 40 o 50 metros, que venga por el suelo, que tengas control de tu cuerpo y que lo quieras despejar y que sea para atrás. Para mí se la encuentra Vallejo. No ve el balón hasta que le llega, porque salta por delante un compañero”, finalizó.

La explicación de la IFAB

Únicamente se sancionará a un jugador en posición de fuera de juego en el momento en que el balón toca o es jugado por un compañero de equipo si llega a participar en el juego de forma activa de una de las siguientes maneras:

“Se considerará que un jugador en posición de fuera de juego no ha sacado ventaja de dicha posición cuando reciba el balón de un adversario que juega voluntariamente el balón, incluida la mano voluntaria, a menos que se trate de una «salvada» por parte de un adversario.

Aunque no resulta necesario cambiar la Regla 11, a continuación se aclara la diferencia entre «juego voluntario» y «desvío», con el fin de reflejar las expectativas del mundo del fútbol: Jugar «voluntariamente» el balón implica que el jugador tiene la posibilidad de controlarlo y pasar a un compañero, recuperar la posesión, o despejar, ya sea con el pie o de cabeza. El hecho de que el pase, el intento de recuperar la posesión o el despeje del jugador sea impreciso o no logre su objetivo no invalida la «voluntariedad» de la acción. Los siguientes criterios se deben emplear, como corresponda, como indicadores de que el jugador tiene la posibilidad de controlar el balón y, por consiguiente, la acción es «voluntaria»: el balón llega desde lejos y el jugador lo ve claramente; el balón no se mueve a gran velocidad; se puede prever la trayectoria del balón; el jugador tiene tiempo para coordinar sus movimientos, es decir, no realiza una acción como un salto, extensión de las extremidades o movimiento instintivo con el que consigue un ligero contacto o control; es más fácil jugar el balón cuando está sobre el terreno de juego que cuando está en el aire”.