Modric: “No quiero despertar de este sueño”
El croata Luka Modric cuenta en AS sus sensaciones al cumplir 10 años como madridista: “Han sido diez temporadas, pero cada una la afronto como si fuera la primera”.
El 27 de agosto de 2013, Luka Modric fichó por el Real Madrid y vio cumplido un sueño que venía alimentando desde que era un niño en su Zadar natal y sufría los rigores de la guerra. Diez años después, con casi 37 años y con el 10 a la espalda, el pequeño genio croata ya es una leyenda del club más laureado del mundo, que ilustra con cinco Champions, cuatro Supercopas de Europa, cuatro Mundiales de Clubes, tres Ligas, cuatro Supercopas de España y una Copa del Rey. Nada menos que 21 títulos en 439 partidos de blanco, a los que hay que añadir el Balón de Oro, el The Best y el Jugador del año de la UEFA que recibió en 2018, poniendo su sello talentoso en 32 goles y 74 asistencias. El croata refresca para AS aquel momento tan emotivo de su vida del que justo hoy se cumplen diez años: “Fichar por el Real Madrid ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. Jugar aquí es un sueño del que no me quiero despertar todavía”.
Modric sufrió un pequeño calvario para poder consumar ese sueño, dado que el Tottenham le había prometido en el verano de 2011 que si aguantaba un año más le dejarían marchar al Madrid en 2012. Pero llegado ese momento, Daniel Levy, mandatario de los Spurs, se descolgó pidiendo una cantidad fuera de mercado y negándose a traspasarle. Mourinho apretó lo suyo porque era una petición expresa suya y Luka se negó a hacer la pretemporada con los londinenses al no haber cumplido el club su palabra con él. Se ejercitó en solitario hasta que el 27 de agosto se cerró el acuerdo por 30 millones de euros más cinco en variables. Un chollo de fichaje visto con la perspectiva del tiempo.
“Ha sido un proceso largo, pero al final he podido venir. Estoy muy contento. Es un gran honor y un orgullo estar en el club más grande del mundo. Quiero empezar ya a entrenar y a jugar con esta camiseta. Estoy emocionado”. Con estas palabras sentidas y sinceras se enfundó su primera camiseta de blanco, con el 19 a la espalda. En ese momento era el alemán Özil el que llevaba el 10, pero el tiempo puso a cada uno en su sitio y finalmente el croata. en el verano de 2017, puso coger el 10 tras la marcha de James al Bayern Múnich. Hoy en día es de las camisetas más vendidas en las tiendas del Real Madrid.
“Siento el cariño del madridismo todos los días. Por eso intento devolverlo en el campo. El Bernabéu es muy especial para mí”
Una vez cumplida esta década prodigiosa, Modric reflexiona sobre la importancia de lo conseguido y el cómo, que es tan importante como la consecución de objetivos: “Han sido ya diez temporadas aquí, pero cada una la empiezo como si fuera la primera. Este año hemos ganado ya cuatro títulos y nos quedan muchos retos por delante”. En el vestuario Luka es un peso pesado cuya opinión cuenta como si fuese el primer capitán, lugar que ahora ocupa Benzema, seguido por Nacho. Acto seguido ya está Luka en la jerarquía de capitanes, escoltado por Carvajal. En el club se le valora mucho por su decisión, hace 18 meses, de renovar por un solo año y con rebaja del 10% por culpa de la pandemia. Por eso esta temporada, tras ser de nuevo un jugador clave en la conquista de la 14 y de la Liga 35, Florentino le renovó hasta 2023 con total sentido de la justicia. Y lo mejor es que Modric está físicamente a tope y no se pone fecha de caducidad. Jugar el Mundial con Croacia no le hace aventurar el final de su aventura de blanco.
Todo ello, lleva a Modric a tener un sentido de gratitud añadido por todo lo que ha vivido en esta década prodigiosa: “Siento el cariño del madridismo todos los días. Por eso intento devolverlo en el campo. El Bernabéu es muy especial para mí”. Luka Modric, genio y figura. Diez años de blanco le contemplan. Un fichajazo que ya es leyenda.