Modric: 37 ‘palos’ no son nada
Sopla las velas con varios hitos en el horizonte: superar a Butragueño en partidos, las 300 victorias y los 25 títulos de Marcelo. Acaba contrato en junio porque decidió ir año a año
El ‘curioso caso de Luka Modric’ ya es más conocido que el de Benjamin Button. Un futbolista que se asoma a los 40 en el mejor momento de su carrera, sin dar señales de que el adiós pueda estar cerca, ni transmitir ganas de irse. Hoy es su cumpleaños: 37 primaveras. Y sopla las velas sin ganas de contarlas. Porque siempre ha rehuido las conversaciones de números, la última vez, en la rueda de prensa previa a la Supercopa de Europa: “No hay que mirar la edad, es algo que no importa. Lo determinante es lo que aportas sobre el campo y yo me aún me siento muy bien”. Aún así, carpe diem. El pasado verano cuadró su sintonía con la del club y pactaron empezar a renovar año a año. Así, firmó por un curso; pero sin la más remota idea de cuál será el último. No parece cercano.
Llegó el verano de 2012 y se ha convertido en una leyenda. En Balaídos superó los 338 partidos oficiales de Cristiano Ronaldo y ya está en 442, acechando los registros de otros mitos como Buyo (456), Butragueño (463), Amancio (471) o Chendo (498). De romper la barrera de los 500, algo que le llevaría mínimo otra temporada, su primera ‘víctima’ sería Roberto Carlos (527). Seguir escalando en ese hall de la fama es uno de los muchos hitos que tiene en el horizonte. En Celtic Park, precisamente, llegó a los 100 partidos con el Real Madrid en Champions, siendo el octavo jugador en toda la historia del club que alcanza las tres cifras.
Si se suman los 19 que jugó con el Tottenham, es el 23º con más participaciones en la historia de la Copa de Europa, a sólo uno de Puyol (120). Por si no era suficiente, el pasado martes decidió ponerle una guinda a la tarta: se convirtió en el único jugador en toda la historia del Madrid que ha marcado en su partido 100 en Champions. Lo hizo con el exterior, esa marca registrada que ostenta en sus botas. Poniendo la primera piedra del sendero hacia una nueva ‘Orejona’, donde ha sido clave. Ya tiene una ‘manita’: sólo Carvajal, Benzema y él pueden decir que fueron titulares en las cinco finales, desde 2014 hasta 2022.
Objetivo: Marcelo
Tras alzar la Supercopa en Helsinki, Modric alcanzó los 21 títulos con el Real Madrid (los mismos que Nacho), escalando en el ascenso para dar caza a Marcelo, actual futbolista con más títulos en la historia del club (25). Sobre el papel, no podrá ser el rey de ese trono, pues siempre tendrá por delante a su compañero de equipo, Benzema, que tiene dos más que él (23, los mismos que Gento), pero sí está en su mano la posibilidad de superar al lateral brasileño. Para conseguirlo esta temporada, el desafío es mayúsculo: necesitaría un Sextete. Ganarlo todo: Liga, Copa, Supercopa de España. Mundial de Clubes y Champions. Con cinco, empataría a Marcelo.
Números de leyenda
A sus 37 años, Modric ya suma 33.281 minutos (lleva jugando, de media, 75′ por partido desde que llegó en 2012). Acumula 33 goles oficiales, de los cuales dos han sido esta temporada, al Celta en Balaídos y al Celtic en Glasgow. Pero donde más brilla es en asistencias: 73. Algunas, inolvidables, como su balón a Sergio Ramos en Lisboa para forzar la prórroga de la Décima. En toda su carrera sólo ha sido expulsado dos veces, ambas con el Madrid y ambas, inocentes. Una fue por roja directa, la primera jornada de la temporada 2019-20, tras un pisotón a Denis Suárez (el árbitro no señaló nada, pero tras ir al VAR, le mandó a vestuarios) y la otra, antes, por doble amarilla: en la vuelta de la Supercopa de España de 2014, ante el Atlético, en el Calderón.
“Fichar por el Real Madrid ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. Jugar aquí es un sueño del que no me quiero despertar”, dijo recientemente en una entrevista, exclusiva, con AS. Pero el final feliz tuvo un comienzo turbulento. El conjunto blanco pagó en torno a 30 millones por su fichaje, pero sudó tinta china para convencer al Tottenham. Fueron 56 días de intensas negociaciones, en las que el futbolista llegó a entrenarse en solitario, haciendo pública su rebeldía. Finalmente hubo acuerdo y cada año, fue jugando mejor que el anterior. “Insistí tanto en traerlo porque tenía todo los que necesitábamos: pasaba en largo, en corto, marcaba desde fuera, sabía presionar...”, dijo Mourinho a Sportske Novoski. Diez años después, aquel jugador que pidió, ya tiene hasta un Balón de Oro. Y 37 ‘palos’; en su caso, nada.