Miguel Gutiérrez alza la voz

“Es un jugador que evaluamos para el futuro, puede volver si lo hace bien”. Cristalino, como en él es habitual, se mostraba Carlo Ancelotti al referirse a Miguel Gutiérrez (21 años) en la previa del Real Madrid-Girona del 30 de octubre. Un choque que terminó en tablas (1-1), con el lateral sacando pecho en el estadio en el que aún sueña triunfar. En su zurrón se llevó su convincente actuación y un mensaje, “estamos pendientes de ti”. El encuentro no fue un oasis, sino la confirmación de que la decisión tomada en verano fue correcta. Miguel eligió Girona por encima de otras opciones y con 2023 a la vuelta de la esquina, la apuesta apunta ganadora.

En el Madrid, que aún posee el 50% de sus derechos tras cerrar su traspaso en 4 millones de euros, no le quita ojo y Miguel, ante tanto foco, ha regalado una adaptación exprés a Primera. Que Míchel pidiera su aterrizaje en Montilivi no fue capricho. Lo ha demostrado en este primer tramo del curso, donde el canterano blanco ha respondido a la confianza con rendimiento sólido y consolidado. Titular en 11 de las 14 jornadas ligueras, Miguel es el cuarto futbolista con mayor minutaje (1.093′) de toda la plantilla. Y su incidencia en el fútbol, especialmente ofensivo, del equipo gerundense se está dejando notar. Comparte con Aleix García el galardón honorífico de máximo asistente del club, con 3 pases de gol. Una cifra que le coloca primero, junto a Balde, entre los defensas de LaLiga. Con los datos de Olocip en la mano, es el mejor del equipo en pases previos a asistencia y segundo en pases al hueco, cambios de juego, duelos ofensivos exitosos y centros. Míchel y su cuerpo técnico le han respaldado y el joven lateral ha respondido sobre el terreno de juego con su gran capacidad asociativa, impulsado por una zurda que le convierte en un gran arma en campo contrario.

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Además, no le está pesando la categoría y mantiene un rendimiento alcista en campo propio, su mayor debe hasta ahora. Es más, aguanta la comparativa con Ferland Mendy y David Alaba, los ocupantes del carril del ‘3′ para Ancelotti. Miguel promedia 1,28 entradas cada 90 minutos, por las 1,21 del francés y 0,58 del austríaco y también les supera en recuperaciones: 5,62, contra las 4,72 y 4,70 de Mendy y Alaba. En despejes es el ex del Bayern el que lidera con 1,62, con los 1,58 que promedia Miguel al acecho, por delante de los 0,81 de Ferland. Los contextos no son similares, pero la apuesta por el juego alegre del Míchel está lejos de colocar a ambos clubes en las antípodas futbolísticas. Para Carletto, el lateral izquierdo está siendo la posición más difusa y Miguel está demostrando, a sus 21, que aspira a ser alternativa de futuro en un Madrid con la opción de entrelazar caminos de nuevo.

Los ‘otros Miguel’ del Madrid

El traspaso de un joven talento a un club de Primera manteniendo el 50% de sus derechos se ha convertido en plan de ataque habitual en los últimos mercados del Madrid. Ceder un futbolista supone un riesgo, que el equipo receptor apueste por el producto propio. Véase a Take Kubo en el Villarreal. Así se explican operaciones como la de Miguel o la del propio Take este verano, vendido por 6 M€ a la Real Sociedad, donde está floreciendo. Mismo caso que Fran García, que se unió al Rayo a cambio de 2 M€ y el club blanco tiene la recuperación en su mano. Víctor Chust (al Cádiz), Javi Sánchez (Valladolid), De Frutos o Dani Gómez (ambos al Levante) fueron movimiento de similar formulación. Dejar crecer en un ecosistema fértil para tratar de recoger el talento ya maduro. O, en su defecto, ingresar la mitad de una futura venta...