NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SEVILLA

“Mi ídolo es mi hermano y murió”; la tragedia une al Sevilla y su último fichaje

Como Puerta en Nervión, el hermano del brasileño Marcao falleció a los 25 años de un ataque cardíaco, mientras disputaba un partido. Dionatan jugó al fútbol en Europa.

Marcao, envuelto en una bandera con la imagen de su hermano fallecido.
scoutcheff

Marcos do Nascimento Teixeira (Londrina, Brasil, 1996) viajó a Corea del Sur, donde el Sevilla pasa la primera parte de su pretemporada, para someterse al pertinente reconocimiento médico y firmar hasta 2027 como futbolista de club de Nervión. Marcao engrosará la plantilla de Lopetegui como sustituto de Diego Carlos, que se marchó al Aston Villa hace una semanas. Este central zurdo y espigado (1,88), con buena salida de balón, tiene un desgraciado episodio personal cuyo alcance conocen bien en el equipo por el que acaba de fichar.

Y tiene que ver con Antonio Puerta, que en 2007, sin haber cumplido los 23 años, perdió la vida días después de sufrir un paro cardíaco sobre el césped del Sánchez-Pizjuán. Puerta, al que Nervión recuerda todavía cada minuto 16, ha calado en la historia reciente del Sevilla tanto o más que el reguero de títulos de los últimos tres lustros. Marcao también sufrió la tragedia de ver cómo un hermano mayor, futbolista profesional igual que él, fallecía a los 25 años por culpa de un ataque al corazón mientras jugaba al fútbol con unos amigos.

Dionatan Teixeira jugaba igualmente de central y emigró muy joven a Europa, en 2009, con apenas 17 años. Lo fichó el Kosice de Eslovaquia para comenzar luego a trotamundear por el país centroeuropeo (Slovan de Bratislava, Dukla Banska), en el que acabaría obteniendo la nacionalidad. El hermano de Marcao dio luego algunas vueltas más por el Viejo Continente, desde Inglaterra (Stoke City y Fleetwood Town, y una prueba en el Manchester City) hasta el Sheriff Tiraspol. Dionatan pertenecía todavía al club moldavo cuando le detectaron unos problemas cardíacos que le obligaron a volver a Brasil. Meses más tarde, fallecía allí cultivando su pasión, la pelota.

“Mi gran ídolo en el fútbol es mi hermano. Ya no está con nosotros, murió, pero aprendí mucho jugando con él”, revelaba el menor de los Teixeira hace apenas tres meses, durante una entrevista con Haber7. Dos años antes, nada más ganar el primer título con el Galatasaray, Marcao había homenajeado a Dionatan envuelto en una bandera con su imagen, mientras celebraba sobre el césped la victoria entre lágrimas de alegría y dolor.

“La verdad es que nunca he visto sonreír a Marcao”, cuenta a As un agente turco, amigo del futbolista, que prefiere permanecer en el anonimato. Después de la muerte de Dionatan, el ya jugador del Sevilla se ocupó de cuidar a la viuda de su hermano y el hijo de ambos, su sobrino. En el Sánchez-Pizjuán le hablarán seguro de Puerta, de cómo una grada puede convertir los recuerdos más tristes en momentos de unión y concordia, que dan la fuerza necesaria para remontar cualquier dificultad.