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SEVILLA

Mendilibar se desinfla

Una victoria, ante Las Palmas, en sus últimos 11 partidos oficiales para el técnico vasco con el Sevilla. En Pamplona se jugará buena parte de crédito que le queda.

José Luis Mendilibar.
José Luis Mendilibar.ANNA SZILAGYIEFE

La fiebre en el Sevilla con José Luis Mendilibar se desinfla. El técnico vasco se renovó prácticamente solo tras haber ganado la Europa League en Budapest, pero ya los resultados ligueros dejaban que desear al final de la temporada pasada. Todo se achacó, con lógica, al empeño por levantar la Séptima, pero la realidad es que el inicio de esta 2023-24 ha prolongando una tónica muy poco ganadora que ya se adivinaba hace unos meses: el equipo de Nervión ha vencido en apenas uno de sus últimos 11 partidos oficiales. En los 12 anteriores, desde que se estrenó como entrenador del Sevilla en Cádiz (0-2), las estadísticas habían sido casi opuestas: 8 victorias, tres empates y sólo una derrota en sus primeros 12 duelos al frente del club nervionense.

Pero después la cosa empeora a esos 1 de 11 triunfos, 1 de 12 si se contara también ese torneo ‘Intercontinental’ de agosto contra Independiente de Valle, al que el Sevilla derrotó en los penaltis igual que a la Roma. La victoria ante Las Palmas es la única que alumbra a Mendilibar desde que eliminara a la Juventus en la prórroga de la semifinal europea, el 18 de mayo. Desde entonces: empates ante Betis, Elche, Lens, Roma y Manchester City (Supercopa), y derrotas contra Real Madrid, Real Sociedad, Valencia, Alavés y Girona y los solitarios tres puntos del pasado domingo.

La atropellada planificación del verano, que concluyó hace menos de tres semanas, sirve de coartada para este mal inicio de temporada. El técnico de Zaldibar se ha visto obligado a reconstruir el equipo con la competición ya iniciada, pero a este Sevilla se le ven las costuras en cosas que sí se pueden relacionar más con el banquillo, como alineaciones extrañas, falta de alternativas en el juego o reacciones tardías en los cambios. Los problemas en la transición defensiva y la escasa fiabilidad a balón parado están restando puntos al club y credibilidad al hombre que dirige la plantilla.

Y el sábado, después del almuerzo, hay visita a El Sadar: uno de esos escenarios en los que si titubeas, lo pagas. Ya lo avisó Mendilibar nada más concluir el encuentro de Champions: “Ante Osasuna hay que estar concentrados porque si no allí nos comen, muy atentos y ser equipo para poder sacar los tres puntos allí”. Un nuevo revés restaría mucho del crédito que le queda al técnico vasco y le colocaría en una situación muy complicada, con la rotundidad de los números que le preceden.