NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SEVILLA

Mendilibar, ‘lost in translation’

El técnico del Sevilla sorprende al denunciar problemas de idioma de Soumaré o de idea de juego de Ramos. La afición no entiende cosas así en pleno siglo XXI.

Actualizado a
José Luis Mendilibar.
Julio MuñozEFE

“Soumaré no me entiende. Tiene que hacer un esfuerzo para entenderme. O tiene que haber un traductor muy bueno, muy bueno, muy bueno y todavía eso no lo he conseguido. La gente que viene con poco tiempo de entrenamiento... Parece que el fútbol es universal, pero hay que entender lo que se le dice a cada uno y en ese sentido el que no sabe de idiomas, le cuesta más”. Sorprendieron a propios y extraños estas palabras de José Luis Mendilibar, en la conferencia posterior a la victoria contra Las Palmas. Soumaré, que gusta mucho en los entrenamientos, había salido al campo apenas para contener el resultado, durante los últimos minutos, cuando el agujero del centro del campo del Sevilla desde el inicio del encuentro resultaba más que evidente. Que el francés (o el inglés, que también lo habla el pivote parisino), se conviertan en problema en pleno siglo XXI...

El discurso, más propio de otros tiempos, recuerda a la oscarizada ‘Lost in translation’ (Perdido en la traduccion), en la que Bill Murray interpreta a una estrella de cine estadounidense que acepta la oferta para anunciar whisky en Tokio. Los problemas con el japonés aturden y agudizan la crisis de la mediana edad que atraviesa Bob Harris, así se llama el protagonista de la película.

La afición del Sevilla, que hasta hace pocas semanas seguía viviendo una historia de amor con su técnico, no comparte apreciaciones como ésta o algunas otras: en la misma sala de Prensa, Mendilibar recriminó a Lukebakio que no defendiera “más”, cuando el belga se había convertido en el auténtico héroe del partido y no sólo por su gol. Para coronarse, emborronó el gran debut de Ramos: “Tiene que cambiar sus ideas”.

“Si se cambia de idea, se cambia de entrenador”, afirma un Mendilibar mucho menos pragmático ahora que el que arribó a Nervión en marzo del año pasado, para salvar al equipo del descenso y firmar luego el sobresaliente en Europa League, con la consecución de la Séptima. Al de Zaldibar se le siguen apareciendo argumentos futbolísticos que no casan con los cinco cambios actuales, por ejemplo: contra Las Palmas, a pesar del evidente caos de su equipo, no se decidió a realizar las primeras sustituciones hasta el minuto 60, ante la estupefacción general de la grada.