Mbappé, la historia interminable
En 2017 fue el primer intento del Madrid por hacerse con el francés, después vendrían los episodios de 2021 y 2022 y ahora, hay nuevo giro de guion.
Giros, giros y más giros de guion hasta retorcer una trama que parece escrita por Michael Ende. Kylian Mbappé y el Real Madrid son dos vasos destinados a comunicarse, pero con interferencias desde 2017 hasta ahora. Desde el primer intento madridista por hacerse con el por entonces incipiente talento del Mónaco hasta que L’Équipe trazó las líneas maestras de un nuevo volantazo. Todo se ha acelerado en unas horas. La intención de Mbappé es ser libre en 2024 y así lo comunicó al PSG. En París no sentó bien una notificación innecesaria, pues lo notificable, antes del 31 de julio, era la voluntad de renovar hasta 2025. De no hacerlo, la extensión contractual expira dentro de 12 meses y medio. Cristalino, como el tuit del jugador ante la información que exponía su deseo de acabar en el Madrid este verano: “Mentiras. Cada vez más grandes. Ya había dicho que seguiré la próxima temporada en el PSG, donde estoy muy contento”. La pregunta es, con la nueva colocación de las fichas del tablero, si el PSG está igual de contento. Desde Francia la respuesta es contundente: no. De ahí ese ‘renovación o venta’ tan tajante como novedoso. A Bastian Baltasar Bux le costó, pero logró salir de Fantasía; está por ver cómo zanja Kylian su propia historia interminable.
Como toda buena novela, tiene su érase una vez. Si en los ataques posteriores fue el PSG el que desarticuló las intenciones del Real Madrid, en 2017 fue Mbappé el que se echó atrás. El Mónaco ya había aceptado la oferta blanca, antes siquiera de entablar conversaciones con los parisinos. Dimitri Vasyliev, presidente monegasco, renegaba de reforzar a un máximo rival por la Ligue 1 y veía con mejores ojos la propuesta madridista. Pero la BBC era una competencia que el joven Kylian consideró excesiva. Una de las astas del tridente estuvo cerca de hacer las maletas, Gareth Bale, rumbo al Manchester United. Allí esperaba Jose Mourinho con los brazos abiertos. No cristalizó, el Expreso de Cardiff no dejó la estación de Chamartín. El PSG entró en escena, igualó los 180 millones de euros que costaban la libertad del atacante y, tras unas maniobras financieras para regatear el Fair Play Financiero (cesión y posterior compra), Mbappé se enfundó la elástica parisina y no la blanca.
Sin perder de vista a Mbappé, ni Mbappé al Real Madrid, continuó avanzando la trama. El contrato de Kylian se acercaba a su fin y la renovación no llegaba. 2022 era el punto final, pero en 2021 hubo una intentona mayúscula. Y doble. Primero fueron 160 millones y después un órdago mayor, 200 millones de euros. Ni siquiera hubo respuesta desde París. O desde Qatar. El riesgo era tangible. Seis meses después, Mbappé tendría libertad para negociar con quien creyese oportuno. Y sólo había un equipo con el que se sentaría al otro lado de la mesa, el mismo con el que fantaseaba en su cómic publicado en diciembre de 2021, el Real Madrid. El PSG se mostró impertérrito, convencido de tener suficiente munición para ganar la siguiente batalla, una que sería inevitable en verano de 2022.
“Este Mbappé no es mi Mbappé”
En la espera, propuestas parisinas que recibían siempre un ‘no’ por parte de Mbappé. El mercado estival se acercaba y en Madrid ya contaban prácticamente con su gran anhelo. Pero empezaron entrar en juego diversos factores. Hasta Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, pidió cartas en la partida. “No tiene sentido que Mbappé recibiera la llamada de Macron. Le afectó”, “Este Mbappé no es mi Mbappé” o “Kylian cambió en los últimos 15 días por presión política y económica” fueron algunos de los titulares en este respecto que dejó Florentino Pérez en El Chiringuito al quedarse compuesto y sin Kylian. El PSG hizo all in y en su mano sólo llevaba comodines. Mbappé fue el Mbappé de París. Hasta 2025 decía la camiseta. Pero en esta historia interminable, ni lo impreso resulta ser definitivo y la realidad es que la renovación era un 2+1 que se queda sin sufijo. Mbappé será libre de nuevo en 2024, si el Madrid no compra su libertad este mismo verano. No era la intención, pero si Mbappé vuelve a ser el Mbappé de Florentino...