Mayoral, la historia de un amor imposible
El delantero de Parla estuvo a punto de fichar por el Celta el pasado verano y este año volvió a haber interés. Visita Vigo como gran amenaza azulona.
Todo comenzó un 20 de abril, pero no del 90, que Mayoral ni había nacido, sino de 2022 (sigue el partido en directo en AS.com). Aquella tarde Borja se presentó en Balaídos para exclamar ‘Hola Chacho, ¿cómo estás?’ delante de todo Balaídos. Coudet se quedó impresionado con la exhibición del ariete de Parla y apuntó en rojo su nombre. En verano fue el argentino quien flirteó con Borja. ‘¿Te sorprende que te escriba? Tanto tiempo, es normal. Pues es que estaba aquí solo. Me había puesto a recordar, me entró la melancolía y te tenía que hablar’. Quizás no fueron las palabras exactas, pero algo de eso hubo. De hecho, Coudet le espetó: “No me vas a meter más goles, te quiero aquí conmigo”. Y el Celta se puso manos a la obra para satisfacer a su técnico.
En Vigo lo daban por hecho. “Tenemos su palabra”, afirmaban con una sonrisa en los principales despachos de A Sede. Se olvidaban de un detalle importante, la firma. Y es que al mismo tiempo, Mayoral también escuchaba cantos de sirena desde Getafe, donde querían retenerlo a toda costa. En esta fase fue decisiva Flavia Natalini, la pareja de Mayoral, que apostaba por seguir en Madrid. El 18 de julio ambos anunciaron el embarazo y por esas fechas Celta y Getafe ya tenían todo acordado con el Madrid, sólo faltaba el sí del jugador. Mientras Mayoral se incorporaba a las órdenes de Ancelotti en la gira por Estados Unidos, Coudet insistía: ‘Bueno, pues ya me despido. Si te mola, me contestas. Espero que mis palabras desordenen tu conciencia’.
El chaval se lo pensó tanto que ya no distinguía las tonalidades del azul. Oía a Coudet, pero a quien escuchaba era a Flavia. Porque entre el amor futbolístico y el amor de la vida no hay color. El mensaje estaba escrito y el Chacho lo recibió como un puñal: ‘Pues nada chica, lo dicho. Hasta pronto, si nos vemos. Yo sigo con mis canciones y tú sigue con tus sueños ‘.
El rechazo siempre duele, pero en el fútbol no hay luto. Coudet recibió con los brazos abiertos a un gigante noruego que se pasó la adolescencia goleando junto a Haaland. Su llegada tuvo un impacto tremendo, pero Larsen vino con la pólvora congelada y eso acabó siendo un problema mayúsculo. Sin Mayoral, Coudet nunca alcanzó la felicidad y acabó muriendo aplastado por los resultados. El delantero de Parla incrementaba con paso lento pero seguro su libreta de goles al mismo tiempo que Larsen se hundía en la crisis más absoluta para un delantero: la falta de gol.
Sin embargo, la llegada de Bordalás a final de temporada cambió todos los planes. Lo primero que hizo el técnico fue sentar a Mayoral para apostar por un chaval (Latasa). Al llegar el verano Don José le dijo a la cara que no le quería y el Celta volvió a llamar a la puerta. Pero allí ya no estaba el Chacho, se había perdido toda la chispa. Al final, a Borja no le quedó otra que continuar en el Coliseum y, paradojas de la vida, allí está conquistando al señor Bordalás. Al mismo tiempo, la pólvora de Larsen por fin se ha descongelado y en Vigo el gol llega más fresco que nunca. Veremos quien recuerda hoy aquellas noches en la cabaña del Turmo. Las risas que nos hacíamos todos juntos. Hoy no queda casi nadie de los de antes y los que hay, han cambiado. Han cambiado, sí.
Benítez vuelve al 4-4-2
Después de seis partidos y medio jugando con defensa de cinco, Rafa Benítez recuperará el clásico 4-4-2 para enfrentarse esta tarde al Getafe. La principal novedad en el once será la presencia de Carles Pérez, que no es titular desde la primera jornada de Liga. Además, De la Torre y Aspas recuperan su sitio en la alineación titular. Aidoo, Dotor y Douvikas se caen del equipo que salió de inicio frente a Las Palmas el pasado lunes.
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