Matteo Tognozzi, un ‘novato’ para la dirección deportiva

Matteo Tognozzi (Pisa, 1987) es un hombre de fútbol. Es su pasión y su vida. Siempre ha estado ligado al balompie. Su padre, Stefano Tognozzi, le hizo amar este deporte desde que nació. Desde muy pequeño acompañaba a su padre en todas sus aventuras. Un hombre de fútbol que fue entrenador, segundo de Spalleti en el Empoli que ascendió a la Serie A. Matteo tenía un don y desde bien pequeño ayudaba a su padre y le aconsejaba mientras veía los partidos con él. Así, empezó a desarrollar su carrera, a descubrir talentos y a conocer a muchísimos jugadores mientras Stefano, su padre, cambiaba los banquillos por las oficinas.

A pesar de los intentos porque su hijo estudiase algo (ha estudiado Lenguas y literatura extranjera en la Universidad de Pisa), en 2007 con sólo 20 años, Matteo empezó su carrera en el fútbol. Pero en las oficinas. Así, fichó como director deportivo del Pontedera, donde su padre era el entrenador. Una gran oportunidad en el fútbol no profesional (Serie D) para empezar a adentrarse en este nuevo reto. Tres años estuvo en Galicia, hasta que en 2010 decide cambiar de aires y no continuar al lado de su padre, quien había sido su maestro y valedor. “Es justo que me separe de mi padre, he aprendido muchas cosas de él, pero ahora me gustaría tener a otras personas a mi lado también para recibir nuevas enseñanzas”, dijo antes de marchase al Rosignano Sei Rose. Una separación corta, porque Stefano se fue con Spalleti al Zenit de San Petersburgo como scouting y en enero de 2021 llegó también Matteo. Estuvo allí hasta junio de 2014.

De ahi al Hamburgo, de nuevo, con su padre como valedor. En la Bundesliga siguió su trabajo como cazatalentos, pero no convenció y en verano de 2015 volvió a cambiar de aires para llegar al Bayern de Leverkusen dentro de la red de ojeadores del equipo alemán. Otra importante experiencia que terminó en 2017 cuando la Juventus llamó a su puerta. Le contrató para detectar talento en la cantera y en menos de un año ya estaba como jefe de ojeadores para el director deportivo Fabio Paratici. Después de seis años en Turín, Matteo recibió la llamada del Granada y no pudo decir que no. Se desvinculó del conjunto bianconero para iniciar su primer aventura en España, la primera como director deportivo de un equipo en la élite.

“Su enfoque, se decía, fue precisamente la búsqueda de jóvenes talentos, en particular en Sudamérica, Europa e Italia: un trabajo realmente fundamental para el crecimiento de un club deportivo y sobre todo para la construcción de un futuro ganador”, dice en la nota de prensa de despedida la Juventus. Y añade: “Un trabajo que también lo llevó, en 2019, a alcanzar la calificación de Director Deportivo, tras el examen FIGC, aprobado con una tesis dedicada precisamente a este tema, titulada “Mi viaje: notas de un scout”. Llega la gran oportunidad para Matteo, un hombre de fútbol con un don para detectar el talento que se estrenará como director deportivo de un Granada que se juega la vida en los próximos meses...

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