Más samba en el Bernabéu
Al margen de Mbappé, la llegada de Endrick ilusiona en el club y consideran que se está hablando muy poco de él. Potencial nueve de Brasil y tridente con Vinicius-Rodrygo. Un “diamante”.
Mbappé, Mbappé y Mbappé. En un verano monotemático (y agotador), el Real Madrid se parte la camisa. Entonando una vez más el cantar del valorar lo que se tiene. Lo firmado. Porque claro que hay un nueve: Endrick, Endrick y Endrick. Con tanto prometido y tanto por confirmar. El club es consciente de que la llegada de un chico de 18 años, por muchos destellos que atesore en su mochila, no puede encandilar ipso facto. Que la incertidumbre le acompañará hasta que él, en España, la destierre. Pero no se esconde la ilusión por un futbolista que consideran está pasando muy desapercibido. Demasiado. Y es un “diamante”.
Responde a aquello de que al equipo le “falta un nueve”. Afirmación que preside cada tertulia de los aficionados. Respuesta -oficial- clara: está él. Con la inevitable salvedad de que no podrá ejercer hasta el verano que viene: la normativa prohíbe la inscripción de menores de 18 años. Todo está cerrado. Firmado. Endrick, fichado. Pero hasta el 21 de julio de 2024 no podrá convertirse de facto en futbolista del Real Madrid. Un calco de lo que atravesaron quienes apuntan a sus escuderos: Vinicius y Rodrygo. El primero fue fichado en cuanto se pagaron los 45 millones de su cláusula, pero no pudo firmar hasta el 12 de julio de 2018, justo cuando sopló las 18 velas. Rodrygo, similar: los cumplió en enero, llegando pocos meses después.
Nace la ‘VER’
Endrick ya es jugador del Real Madrid, pero hasta 2024 no puede serlo. Una frase que erizaría la piel del mismísimo Schrödinger. En cuestión de un año llegará el nueve del que, según fuentes internas de Chamartín, apenas se está hablando. Y no lo entienden. Un futbolista que debutó en la élite brasileña con 16 años (y paradójicamente, el 16 a la espalda) y que siendo aún menor de edad, ya ha firmado diez goles con el primer equipo. Tiene olfato, magia en sus botas y toda una carrera por delante. Un delantero centro que encajaría a la perfección con Vinicius y Rodrygo, en lo que es el tridente de la ilusión en Chamartín. Que seduce mucho (tendría una media de edad de 21 años). Y potencial ataque de la Canarinha en el Mundial de 2026.
¿Con Ancelotti?
Porque esa es una de las cuestiones que rodea a Endrick: ¿De verdad puede ser el futuro delantero titular de Brasil? De momento no ha debutado con la absoluta, siendo fijo en las inferiores. Piano piano. Los próximos partidos de su selección son a primeros de septiembre y de jugarlos, se convertiría en el cuarto más joven en estrenarse con Brasil en toda la historia (17 años, un mes y 13 días). El pasado Mundial fue Richarlison quien ejerció como referencia en punta, un futbolista contrastado, pero que no termina de ser un goleador. Endrick viene a eso, ni más ni menos. A ser un killer del área. Un futbolista de decenas de goles. Y con Vinicius y Rodrygo siendo ‘indiscutibles’ con su selección, falta un hueco que puede ser suyo. Quién sabe. Tal vez el entrenador de aquel equipo sea Ancelotti. El tridente del Madrid... y su tridente con Brasil.
¿Y Mbappé?
El elefante en la habitación. Todo esto es compatible con lo innegable: Mbappé sigue siendo una prioridad. Total y absoluta. Siendo un futbolista ‘indiscutible’ en caso de llegar. ¿Eso sería un problema para Endrick? Probablemente, porque quien no está a debate es Vinicius, así que la tercera vacante (salvo cambio de esquema) tendría que disputarse entre Rodrygo y él. Pero el fichaje del francés continúa siendo la madre de todas las incógnitas y aunque la sensación es que en 2024 podría llegar gratis... no se descarta nada. Absolutamente nada. Así que con los pies en el suelo y entonando ese cantar inicial al valorar lo que se tiene, ya hay tres diamantes seguros, un tridente firmado: Vinicius-Endrick-Rodrygo. Se avecina más samba para el Bernabéu.
