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SEVILLA I MONCHI

“Marcelino fue víctima de los errores que cometió Monchi”

El exdirector deportivo del Sevilla fichó al ahora técnico del Villarreal en 2011, pero reconoce que no le dio lo que necesitaba: “Es una espina clavada”.

Actualizado a
Marcelino y Monchi, en el Sevilla.

Tres partidos y tres victorias han bastado a Marcelino García Toral para reflotar al Villarreal, ese Submarino Amarillo que ahora ve con mucho más optimismo el futuro después de clasificarse en Europa League y Copa y de lograr una victoria de oro en Liga ante Osasuna. El entrenador asturiano regresa este domingo a Nervión, un lugar en el que dirigió varios meses durante la campaña 2011-12 y del que salió despedido con unos grises números ligueros (6 victorias, 8 empates y 7 derrotas) por los que, a decir verdad, suspiraría este Sevilla a la deriva que todavía prepara el uruguayo Diego Alonso.

Aquel Sevilla cerraba un ciclo de futbolistas míticos como Kanouté o Andrés Palop y además Monchi se equivocó con los fichajes. Lo ha reconocido el exdirector deportivo nervionense en más de una ocasión, la última durante una masterclass, en 2020. Explicaba Monchi la necesidad de acordar los perfiles de los refuerzos a traer con los entrenadores, y surgió el nombre del técnico de Careñes: “Que no funcionara Marcelino en el Sevilla fue responsabilidad de Monchi, porque no supe hacerle una plantilla con los jugadores y perfiles que necesitaba. Marcelino es un gran entrenador que en el Sevilla fue víctima de un error del director deportivo”.

“Tengo esa espina clavada con un magnífico entrenador y un amigo como es Marcelino”, añadía el gaditano. Eliminado a las primeras de cambio de Europa League, en la ronda de clasificación contra el Hannover, y fuera de la Copa tras caer en octavos contra el Valencia, una derrota en casa precisamente ante el Villarreal (1-2), a comienzos de febrero de 2012, ponía fin a la estancia del asturiano en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Sonaba, y le sucedió, el madrileño Míchel.

Marcelino se marcharía meses después a Villarreal, al equipo que había sido su verdugo, para vivir una maravillosa aventura de cuatro temporadas y media, la más larga de su carrera en los banquillos, a la que desde hace unos días añade una segunda etapa que de momento promete también dulces aventuras. Y el Sevilla de Monchi siguió coleccionando títulos y gloria sin él, aunque haya intentando ficharle más de una vez, la última antes de decidirse por Diego Alonso.

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