Manual de la frustración y del convencimiento
Con sus 14 remates ante el Betis, el Espanyol acumula 55 en las tres últimas jornadas, pero solo tres goles y dos puntos de nueve. Los de Manolo no encuentran la meta, sí el camino.


En el mundo de los llamados ‘expected goals’ (xG) o goles esperados, el Espanyol habría anotado más de dos (2,24 para ser exactos) este pasado domingo ante el Betis, en un encuentro que en el universo real acabó 1-2 para los verdiblancos. Pero repitieron los pericos el mismo patrón que les viene persiguiendo en las últimas jornadas, para lo bueno y para lo malo: un sinfín de llegadas, de ocasiones de gol, con muy poco rédito final.
Lamentó Manolo González en su comparecencia posterior a esta primera derrota del curso en el RCDE Stadium la falta de “finura” del equipo, un concepto que viene repitiendo en las últimas semanas, y especialmente un descontrol en ciertos tramos del partido, especialmente cuando convenía aplicar más cabeza que ímpetu. La traducción fueron los 14 disparos, cinco de ellos a puerta como el decisivo penalti atajado por Pau López a Javi Puado en el minuto 102, que se tradujeron únicamente en una diana: la de Pol Lozano.

Tropieza el Espanyol en la misma piedra por tercera jornada consecutiva, tras lo sucedido también en casa frente al Valencia (2-2) y dos días después, en Montilivi, contra el Girona (0-0). Entre los tres encuentros, los blanquiazules han disparado la friolera de 55 veces, 35 de ellas dentro del área rival, y 20 entre los tres palos. Pero el botín ha sido exiguo: tres goles y tan solo dos puntos sobre nueve posibles.
Se trata, y más aún después del espectacular arranque liguero con diez puntos en las cuatro primeras jornadas, de un auténtico manual de frustración por parte de un Espanyol que ha crecido, que mejora a marchas forzadas, que ha dado varios pasos adelante con respecto a la anterior campaña y que divierte, pero sobre todo que promete, pero que no encuentra premio a su perseverancia.

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Una sensación agridulce, la de esa suerte de impotencia que contrasta con el convencimiento de que el plan va por el buen camino, imponiendo su estilo más allá del rival que tiene delante, con opciones de salir ganador en cualquiera de los ocho encuentros disputados. Solo los resultados acabarán dando la razón a todas esas impresiones, y tienen que llegar.
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