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REAL VALLADOLID

Mario Puertas: “La situación no estaba tan controlada como dijo la policía”

Ningún expedicionario blanquivioleta fue identificado por las autoridades que sí tomaron datos de siete aficionados radicales de Osasuna.

Mario Puertas: “La situación no estaba tan controlada como dijo la policía”

Aún colean los incidentes que se produjeron antes del partido del Real Valladolid ante Osasuna con enfrentamientos entre aficionados de uno y otro equipo o, por decirlo mejor, entre radicales. La expedición de aficionados del conjunto blanquivioleta se vio envuelta en estos altercados y el presidente de la Federación de peñas del Real Valladolid (FPRV), Mario Puertas, que lo padeció en primera persona, quiso explicar lo ocurrido a través de los micrófonos de la Cadena SER: “Lo primero que quiero hacer es dejar claro que la FPRV está en contra de cualquier violencia en el fútbol y nuestra labor es tratar de que haya hermanamientos entre las aficiones y buenas relaciones entre las federaciones. Por ejemplo, con la de Osasuna tenemos muy buena relación y así intentamos que sea en todos los partidos”.

Es conveniente explicar todo el trabajo que lleva organizar un desplazamiento de este tipo con tantos aficionados, autobuses y la logística que implica: “Estos viajes empiezan pidiendo presupuestos y contratando autobuses, preparando horarios, se venden los viajes en el local de las peñas y lo hacen voluntarios de la propia FPRV sin ánimo de lucro; aparte de todo eso, en viajes como este hay unos protocolos que hay que cumplir. Nosotros pasamos toda la documentación, todos los datos (nombres y DNI) de todos los que viajan a la policía y a la seguridad de Valladolid; también pasamos la información sobre los autobuses, con matrículas, números de teléfono de los conductores. Yo, personalmente, he estado viernes y sábado en contacto con la policía de Pamplona preparando el protocolo a seguir para que no hubiera ningún altercado y que no pasara nada y ese es un trabajo constante de una semana entera para que esos viajes salgan adelante”.

La pregunta es clara entonces: Si todo estaba pautado y vigilado, si todo el mundo está identificado, ¿qué ocurre cuando la expedición llega a Pamplona? ¿qué es lo que falla? Mario Puertas lo explica: “Nosotros seguimos todos los protocolos que nos había marcado la policía de Pamplona. Se puso como punto de encuentro la calle Tajonar porque lo eligió la propia policía ya que nos dijo que era la zona más segura y que iba a estar completamente acordonada y controlada, pero la realidad fue que cuando nos bajamos de los autobuses y continuamos adelante, a los 100 metros, en la primera bocacalle, pasó todo lo que habéis visto en los vídeos. De esa bocacalle aparecieron esos ultras de Osasuna. La policía nos revisó en los autobuses, con cacheos incluidos para comprobar que todo era correcto, les comenté que si nos iban a acompañar hasta los bares para que todo estuviera controlado y su contestación fue que no era necesario ya que todo estaba controlado en esa zona perimetrada y que no había ningún problema y que había efectivos por todos lados, que era una zona por la que se podía transitar sin problemas y segura... 100 metros más adelante vimos que no era así”.

Algo falló, eso parece claro y tal vez los efectivos se quedaron cortos para controlar lo que iba a ocurrir ya que con los aficionados del Valladolid apenas fueron dos o tres policías que rápidamente se vieron superados y hasta que no llegaron los refuerzos que se habían quedado vigilando los autobuses, la situación no volvió a estar normalizada: “Está claro que en ese primer momento no tenían la situación controlada como nos habían dicho”.

La policía identificó a siete de esos aficionados radicales de Osasuna que participaron en la trifulca y, por contra, no se tomó datos de ningún expedicionario blanquivioleta, comprendiendo que simplemente se defendieron de una agresión: “De Valladolid no hay nadie identificado, nadie al que se le haya podido multar e incluso lo que da a entender la policía es que hubo una defensa y por ello no fue necesario identificar a nadie”.

Por fortuna los incidentes no ‘salpicaron’ a las familias con menores incluidos que también viajaron en la expedición: “Era lo que más me preocupaba y viendo que la seguridad no era la adecuada, decidimos suspender el ‘corteo’ que teníamos previsto para acompañar al equipo en su llegada al estadio. Ese corteo estaba pensado para que fuéramos todos juntos y poder tener más seguridad, pero viendo que no existía esa seguridad, tuvimos que anularlo para que la afición del Valladolid estuviera bien y tranquila. Había familias, niños, gente mayor... y tenemos que velar por ellos”.

Las primeras informaciones hablaban de que en la batalla campal salieron a relucir barras de hierro, pero Mario Puertas explicó que “las peñas de animación pretendían hacer un tifo con banderas violetas dentro del estadio y se pidió permiso a Osasuna para meter ‘palos’ de pvc, de plástico, y los permisos estaban concedidos y esos artículos sirvieron de defensa de la agresión, ya que por la calle se vieron trozos de plástico de esos mástiles”.