Luva de Pedreiro, un blanquivioleta más en Zorrilla
El influencer brasilero conoció a Ronaldo Nazário en los prolegómenos del Real Valladolid-Villarreal, en el que su presencia causó sensación.
Sorprendentemente, la figura de Ronaldo quedó eclipsada en el palco en el retorno del Real Valladolid a Primera División. Quizás fuera porque la gente ya está habituada a él (y, más de uno, todavía enfadado con el cambio de escudo) o quizás por lo que pasa a veces con quienes han forjado su fama en redes sociales, que había quien no conocía al otro fenómeno que allí se iba a sentar. Quien sí lo hacía no dudó en agolparse y esperar en busca de una foto.
Iran Ferreira, más conocido como Luva de Pedreiro, sobrenombre que utiliza en sus distintos perfiles, asistió al partido entre el Pucela y el Villarreal invitado por LaLiga y por Ronaldo Nazário, con quien departió antes del inicio del choque. Lo hizo acompañado de su hermano y de su padre, quienes lucieron la blanquivioleta con el ‘9′ a la espalda, estampada por el exdelantero de la ‘seleçao’ e ídolo de todos ellos.
El creador de contenidos digitales brasileño cuenta con casi 19 millones de seguidores en Instagram y cerca de 18 en TikTok, de los cuales, según él mismo ha expuesto en sus redes sociales este domingo, casi diez millones vieron las tres ‘stories’ subidas a Instagram en las que compartía sus experiencias con el presidente, difusión a la que hay que sumar la obtenida por el propio club en sus propios perfiles.
Ciertamente, esta publicidad no fue de la mano de un resultado positivo, algo que evitó que Luva de Pedreiro pudiera soltar su grito de guerra, el “receba” con el que celebra los goles que decora con filigranas. Gracias a estas, su vida ha pasado de la humildad del pequeño pueblito al que pertenece, de apenas un centenar de vecinos, y donde trabajaba de albañil con su padre, a ser embajador de adidas.
En el descanso del partido, el influencer pasó por los micrófonos del Carrusel, donde reconoció estar “encantado con esta experiencia única” que está viviendo, después de pasar también unos días visitando al Atlético de Madrid. “Conocer a Ronaldo fue uno de los momentos más felices de mi vida. Es un sueño”, dijo, antes de hacer una de sus típicas celebraciones, y que no se pudo dar con el balón en juego.