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Lucas Boyé: “Yo crecí jugando al fútbol en la calle todo el día”

Lucas Boyé es la apuesta del Granada, que desembolsó siete millones por hacerse con sus servicios. El delantero argentino está respondiendo con un gran rendimiento

Lucas Boyé posa para As.
PARKERDIARIO AS

Lucas Boyé (San Gregorio, Argentina, 1996) ha sido un trotamundos del fútbol. Empezó en River con sólo 17 años y con 20 dio el salto a Europa de la mano del Torino. Tras unos años sin encontrar su sitio, en Elche se asentó y le sirvió para mostrar su mejor versión. Un rendimiento que le llevó a debutar con Argentina en marzo de 2022. Con el descenso de los ilicitanos, Boyé apostó por el Granada y, en sólo dos meses, se ha convertido en un futbolista imprescindible para Paco López.

¿Qué tal sus primeros meses por Granada?

Contento. Creo que bastante instalado, con la casa, con las cosas de la mudanza… ya pasó eso, quedó atrás y ya estoy cien por cien enfocado en el fútbol y el momento que estamos viviendo.

Ha tenido una adaptación express, sólo hay que ver sus números: tres goles y dos asistencias en seis partidos.

No va de la mano la adaptación con el rendimiento. El rendimiento llega aunque uno no esté adaptado del todo. Siento que fue mi caso, porque llegué y me tocó jugar y todavía estaba viviendo el hotel, ni siquiera había encontrado casa. Jugué contra la Real el primer partido. Ni conocía el centro de Granada. Creo que no van de la mano, entonces te hubiera dicho que no estaba adaptado. Por suerte he arrancado bien en cuanto a números y ojalá se pueda mantener toda la temporada.

Se le ve muy cómodo con el juego de Paco López.

Antes de venir tenía ya muy buenas referencias de sus equipos y de jugadores que lo han tenido. Estoy viendo su trabajo en persona y la verdad es que me estoy sintiendo muy bien. Atacamos muy bien y es a la gente de arriba le viene bien porque tenemos situaciones y creamos oportunidades de gol y es más fácil estar cerca de la portería contraría.

Sin embargo, el equipo no termina de arrancar en la clasificación, ¿cree que en los últimos partidos (tres empates seguidos) hubieran merecido algo más?

Creo que sí. Le hecho la culpa un poco a la dinámica que traemos porque cierto que desde Las Palmas hacía acá hemos hecho grandes partidos, excepto los minutos esos en Almería que desconectamos y nos caen tres goles. Merecemos más puntos de los que tenemos, pero de las dinámicas negativas cuesta mucho salir y el esfuerzo tiene que ser mayor para conseguir y rascar algo. Hay que darle la vuelta a la dinámica y que se nos caigan las victorias, que cuando estas en buena racha y no te das cuentas y ganas los partidos.

No es el mejor escenario El Sadar y Osasuna, ¿cómo ve el partido?

Un partido muy complejo por el equipo, por su estadio, porque es difícil jugar ahí. Lo he vivido los últimos años con el Elche y es un campo complicado, pero que no es imposible hacer un gran partido y confiamos en eso. Tuvimos mucho tiempo para trabajar y el equipo llega bien.

Se medirá a David García, que por lo que tengo entendido es uno de los centrales que más le gustan.

Siempre lo pongo que es uno de los que me parece completos y alguno más. Es un central muy bueno y esperamos que el viernes no tenga su día.

Llegó con la liga empezada, ¿cómo fueron las negociaciones? ¿muy duras?

No fue rápido, las negociaciones nunca son rápidas y más cuando te enteras paso a paso. Hablaba con mi representante porque era agotador porque sí estaba, ahora sí, ahora no… vine acá y estuvo tres días sin que se hiciera oficial. No se hizo corto. Recibí la llamada de Nico y del míster. Uno quiere que se dé, porque es importante para nosotros cuando los equipos tienen ganas de contar con uno y eso fue lo que me pasó con el Granada.

En Elche logró asentarse después de dar muchas vueltas, ¿encontró su mejor versión?

Uno va teniendo su edad y la experiencia que tienes la vas usando. Siento que todos los equipos por los que pasé y donde me pude realizar, por así decirlo, de una u otra manera sirvieron para que cuando llegué al Elche sentirme bien e importante. Encontré un lugar muy lindo donde pude trabajar.

Ha estado en Grecia, Inglaterra, Italia, España (Vigo)... ¿dónde lo pasó peor?

En Inglaterra, ese año fue duro porque jugué poco y lo que jugué no me sentía bien con mi rendimiento, me lesioné y estuve mucho tiempo parado. En Vigo tampoco lo pasé bien. El club es un club hermoso, pero cuando los jugadores se va mal cuando no rinde, la vida se hace un poco más complicada. Tenemos esa mentalidad de que si las cosas no van bien en el campo, es difícil disfrutar fuera y me pasó un poco eso. Sólo estuve cinco meses y no pude disfrutar del fútbol.

¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?

De chiquito, ni me acuerdo porque desde que tengo uso de razón que estoy con una pelota. En el club de mi pueblo (San Gregorio), Alcalú, empecé con cuatro o cinco años, con los chicos de seis creo que eran. Hasta los 14 que me fui a River estuve allí.

Y muchas horas en la calle...

Soy de un pueblo muy chico donde no pasan las cosas de la ciudades grandes, la inseguridad. Entonces crecimos con una infancia sana y linda de jugar todo el día en la calle. Era un barrio lleno de vecinos, que son amigos y claro todo el día jugando al fútbol. Crecí jugando al fútbol todo el día, básicamente, es lo más lindo que hay.

A los 14 años se fue a River, ¿cómo le llegó esa oportunidad?

Siempre intentaba ir a pruebas de equipos profesionales. Tuve varias antes de River que no tuve la suerte de quedarme. Me ponía nervioso, jugabas diez minutos, eran muchos chicos… era difícil. Fui a River por una persona que conocía a otro que sabía que buscaban jugadores. Fui y por suerte puede entrar y me quedé ahí, en Buenos Aires. A partir de ahí fue un cambio muy grande en mi vida

Se fue con 14 años de su pueblo a la capital, ¿cómo fue ese gran cambio?

Es un paso muy importante, donde hay muchos chicos que no aguantan. Mi familia pensaba que me iba a ir y que al mes iba a estar de vuelta. Era de los que me iba a casa de un amigo y a mitad d el anoche les llamaba porque les extrañaba. A Buenos Aires, que son más de 400 kilómetros, pensaron que me volvería enseguida, pero al final en ningún momento lo pasé mal como para volver. Hay momentos que extrañaba más, pero convivir con muchos chicos que están viviendo lo mismo, nos apoyamos mucho y hoy recuerdo esa época con mucha felicidad porque fue donde crecí más. De los 14 a los 18 deje de ser un chico y me convertí en una persona más grande y con responsabilidades. Ese cambio fue difícil, pero lindo.

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¡Y con 17 años da el salto al primer equipo!

Se dio todo muy rápido. En primer año en River jugaba en la segunda liga, como para los chicos sin competencia en AFA. El segundo ya empecé a jugar más y con 16 empiezo a ir con los reservas, que sería como el filial acá. Ya a los 17 jugué el primer amistoso y recién cumplidos los 18 o aún con 17 fui a la primera pretemporada cuando acababa de llegar Gallardo a River. Ya me quedé en Primera. Fue muy rápido, de 14 a 17 años viví muchas cosas muy rápido que me hicieron crecer mucho y hoy recuerdo con mucha felicidad.

Entonces decidió salir cedido, ¿por qué?

Tenía muchas ganas de jugar y me pregunto si hice lo correcto… Me tocó un Newels, creo que después de Elche y mi etapa de ahora, es donde más disfruté de jugar al fútbol. Son ocho meses hermosos, con la cancha llena todos los findes, en un sitio muy lindo… pero no sé si hice lo correcto al salir cedido. Salí sin renovar, pero al final son cosas que vas dando pasos en el camino y no vas pensando mucho, porque quieres jugar al fútbol y divertirte. Ahora piensas muchas cosas que con otra edad no pensabas. De ahí me fui al Torino.

Con 20 años da el salto a Europa, ¿otro paso importante?

Me fui a vivir sólo, fue complicado, más para mi familia que para mi. Ya estaba desapegado en el sentido que estaba acostumbrado y sabía que iba a poder aguantar, pero para mi familia no es lo mismo estar a 400 kilómetros que con un océano de por medio. Fue complicado, pero estaba preparado. Estuve un año y medio en Torino y ahí arranque a salir cedido de un sitio a otro. Fueron muchos países y equipos hasta que llegó Elche.

Muchas vueltas, pero al final experiencia para la mochila.

En ningún país me sentí muy conforme con el rendimiento, porque uno sabe lo que puede dar y lo que da. En ningún equipo me sentí realizado, pero evidentemente me nutrieron de un montón de cosas. Conocí muchas ligas, países, personalidad de jugadores a una edad corta. Porque llegué a Elche con 24 y ya había jugado en dos equipos de Argentina importantes, Italia, España, Grecia, Inglaterra y tenía 24 años…

Llegué a Elche con 24 y ya había jugado en dos equipos de Argentina importantes, Italia, España, Grecia, Inglaterra y tenía 24 años…

Lucas Boyé

En alguna otra entrevista contó que tuvo problemas en las redes sociales, ¿cómo es ser futbolista en redes?

Cuando era más chico y no sabía manejarlo bien. Las redes sociales, no voy a descubrir nada, son muy tóxicas. Si no se consumen bien te pueden hacer mal. Era joven, jugaba en equipos importantes y la gente se olvida de que somos personas. Sufría mucho. Bloqueaba a un montón de gente porque me hacía mal, pero en parte era culpa mía que no sabía abstraerme de eso. Pierdes referencias de un montón de cosas. Hoy en día no le hago mucho caso, ni a las cosas, que por suerte últimamente son más cosas buenas que las malas. Hay muchos elogios exagerados que confunden, pero hay que ir por en medio y escuchar a la gente de siempre, la que intenta ser objetiva.

¿Cómo es de importante el plano mental en un futbolista?

Sí, para mi muchísimo. Siento que cada vez va a ser más importante y los que lo manejen mejor van a marcar la diferencia porque hay mucha gente que no piensa mucho. Muchos jugadores que a los 18 o 19 les da igual y no son muy conscientes de eso y les va bien y otros que piensan mucho y puedes fastidiarlo porque el fútbol tiene mucha presión alrededor, más con clubes más grandes que tiene más seguidores que esperan el rendimiento… hay chicos de 20 años que no saben como responder a esa presión y es complicado.

Tiene 27 años y una gran experiencia... ¿cree que puede ser el mejor momento de su carrera?

Sí, me siento bien. Por la edad, porque la condición física no ha empezado a bajar todavía, por suerte, y porque siento que tengo una experiencia que me ayuda mucho a la hora de afrontar los partidos.

Está muy de moda en Granada la ‘Doble B’, ¿cómo se lleva con Bryan?

(risas) Muy bien, es un gran chico y me pone muy contento el nivel que está teniendo y la oportunidades que están surgiendo.

¿Le ha dado algún consejo?

No, hay mucha gente que lo conoce mucho mejor que yo. Al final acabo de llegar, llevo unos meses sólo aquí. Me he dado cuenta que sabe escuchar y quiere aprender y mejorar y eso cuando uno es tan bueno si le agregas saber escuchar lo tienes hecho.

¿Se pone una marca de goles?

No, ojalá vengan muchos. Las tres campañas anteriores han sido siete goles en liga. Ojalá pueda superarlo y hacer muchos goles porque evidentemente eso hará que el equipo pueda conseguir los resultados más fácil. Cuando los delanteros hacen goles y tienen un gran rendimiento, el equipo tiene más posibilidades de ganar y sacar mejores resultados.

Pero usted aporta mucho más que marcar goles sobre el césped.

No he tenido grandes cifras goleadoras, pero hay veces que las el resto de la gente no ve lo que pasa cuando uno no hace goles y está bien que se reconozca eso porque quita un poco de presión. Es verdad que pasa, además del gol se hacen bastante trabajo.

¿En qué delanteros se fijó?

Siempre nombraba a Falcao, cuando me toca debutar en 2014 tenía reciente el Falcao del Atlético y Oporto y me encantaba. Lo disfruté mucho. Más grande me gusta mirar ese tipo de delantero que sale del área. Me encanta Ronaldo el brasileño, vi todos los vídeos en YouTube, son ese tipo de delantero que me encanta.

El sueño sigue siendo ese, poder ponerme la camiseta de Argentina, aunque sea sólo cinco minutos

Lucas Boyé

Aún le queda mucha carrera por delante, ¿qué objetivos o sueños le quedan por cumplir?

Me encanta disfrutar del fútbol y creo que me objetivo principal es ese. Obviamente un sueño es poder volver a ponerme la camiseta de la selección Argentina, que es lo mayor para cualquier jugador. Jugar con su selección. El sueño sigue siendo ese, poder ponerme la camiseta de Argentina, aunque sea sólo cinco minutos más y disfrutar de esto porque me hace muy feliz.

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