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Rayo Vallecano

Los veteranos del Rayo rinden homenaje a Álvarez del Villar

El preparador físico y artífice del Matagigantes se reencontró con sus pupilos. También galardonaron a Jesús Fraile, Luis Eugena y Ángel Barral.

Los veteranos del Rayo rinden homenaje a Álvarez del Villar

Pasan los años, pero la leyenda del Matagigantes sigue viva. Aquel Rayo de la 1977-78 se cargó a todos los grandes en su feudo: Sevilla (4-1), Real Madrid (3-2), Athletic (3-2), Valencia (3-0), Atlético (2-0) y Barça (2-1). Muchos de sus integrantes —Alcázar, Anero, Uceda, Francisco, José María, Salazar, Potele...— coinciden en el secreto del éxito de aquel equipo: “¡El Profe!”. Ese es Carlos Álvarez del Villar, pionero en la preparación física, y el invitado de excepción en el trigesimoprimer aniversario de la Asociación de Veteranos, celebrado con su tradicional comida anual este fin de semana. A su presidente, Jesús Diego Cota, le costó dar con El Profe y tuvo que ir puerta por puerta hasta que lo encontró. El resto ya es historia de la Franja.

Cuando Álvarez del Villar asomó por el restaurante Alconada, lo hicieron también sus entrenamientos en la Casa de Campo y un sinfín de anécdotas que siempre terminaban en risas. Quien más abrazos se llevó y más fotos se hizo fue El Profe, que recibió el cariño de diferentes generaciones de rayistas. Desde Lorenzo Benito hasta Cota. Para todos los presentes, dicho reencuentro fue el mejor regalo del Centenario. “Nos ha hecho correr a todos. La gente se cabreaba con él, pero qué bien nos vino. Nos llenó el depósito a tope. Es el mejor preparador físico del mundo y trataba igual a un consagrado Hugo Maradona que a un jovencísimo Cota. Ole sus cojones”, se emocionó el gran capitán y presidente de los veteranos.

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Álvarez del Villar, de 93 años, recogió la placa a manos de Lorenzo Benito y se arrancó con el micro. “Hace unos días aparecieron por Majadahonda, mientras me estaba tomando un café, y me invitaron a este homenaje. Resucité. Hacía mucho tiempo que no tenía contacto con gente del Rayo. Recuerdo lo profesionales que erais... Y había unos trastos que se escabullían que eran los mejores”, dijo en referencia a Felines y Potele. “¿Pero Potele corría?”, le preguntaron con sorna y El Profe le defendió a capa y espada: “¡Claro, corría como todos!”.

La mejor definición de los veteranos la dio el otro galardonado con una placa, Jesús Fraile, gerente del club en la época de los Ruiz-Mateos. “Sois la esencia, las raíces, la historia viva”, afirmó Fraile, quien pidió un aplauso para uno de los grandes ausentes, Felines, que se cayó de la convocatoria por motivos de salud. Además, se llevaron una insignia dos de las figuras más queridas dentro de los veteranos, Luis Eugena y Ángel Barral. Hubo fotos para enmarcar, como la de tres porteros de tres generaciones: Samper, Gómez y Alcázar. O la de muchos de los supervivientes del Matagigantes con El Profe. “¡Ay, si la Casa de Campo hablara...!”, le pinchaban. A lo que él, burlón, respondía: “Pues diría hijo de puta”. Las lágrimas volvieron a asomar, pero esta vez de risas.

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