Los niños de Pellegrini
Triple estreno en Primera para Ortiz, Arribas y Pablo García de la mano del chileno. El Betis encuentra en su cantera su mayor vía para la resurrección.

La cantera fue la respuesta del Betis contra su crisis. Un equipo sin fútbol y con multitud de lesionados se marchó de Mallorca con los puntos y, sobre todo, un puñado de nuevas esperanzas. Los niños de Pellegrini gritaron que quieren un sitio en este equipo que pedía algo diferente desde hace muchas semanas. Un triple estreno que sorprendió a todos y que frenó a un Mallorca convertido en enemigo directo en la pelea por Europa. Sergio Arribas, un central para el lateral zurdo; Ángel Ortiz, el MVP oculto para el carril diestro; y Pablo García, ese goleador de ímpetu que soñaba desde pequeño con un día así. Los tres debutaron en Palma para suplir ausencias y multiplicar emociones en el beticismo. Ahora quieren quedarse. Y Pellegrini no dudará en entregarles más oportunidades en Primera.
Especialmente meritorio fue el estreno de Ángel Ortiz. El lateral derecho juega como verdiblanco desde infantiles y tuvo la misión de saltar en el once inicial tras lesionarse Marc Bartra en el calentamiento y seguir lesionados los tres laterales diestros del Betis. Tuvo una lucha constante con los atacantes del Mallorca y terminó coronando su excelente duelo con la asistencia final a Bakambu en la acción el triunfo bético. Su abrazo con Pablo García era el mejor ejemplo para definir el choque. El atacante, su compañero en el filial, había ingresado al terreno de juego en la segunda parte para vivir su semana más especial al haber renovado hasta 2029 unos días antes de su estreno. Un exbético como Dani Ceballos quedó maravillado por la irrupción de más canteranos en este Betis. “Cantera”, compartió en las redes junto a un corazón verde.
También hubo un factor sorpresa en el carril izquierdo. Arribas, también central en el filial, fue el elegido para cubrir otra zona del campo en la que Pellegrini no tenía más piezas. Rindió a buen nivel sin dudar en las acciones más complicadas. Ni sus nervios iniciales minimizaron sus virtudes. Menos sorprendente fue el nuevo recital de Jesús Rodríguez. Él, a sus 19 años, tiró del equipo en el segundo tiempo cuando quizás más se necesitaba. Encaró, aceleró y provocó la roja a Mascarell que lo cambió todo. Su lesión, eso sí, genera alarmas de cara al futuro. La cantera aparece para variar la dinámica de un Betis que cree de nuevo en Europa. Son los niños de Pellegrini.
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