“Los jugadores cambian..., los que permanecéis sois vosotros”
Emotivo mensaje de Marcelino en el VIII aniversario de la peña atlética Arenas Valdeolivas.
Desde las cinco y media de la tarde, en el restaurante Las Cuevas del Águila comenzaron a ondear las banderas del Atlético de Madrid. A esa hora la directiva de la peña atlética Arenas Valdeolivas decora ya el salón que se ha convertido en su punto de encuentro anual, en este parón de noviembre: allá donde celebrará su aniversario. Cumple ocho años más fuerte que nunca. Inaugurada en 2016 por tres leyendas como Gabi, Abelardo y Caminero, en 2024 volvió a recibir la visita de otro veterano que ya en 2022 había soplado las velas junto a ellos: Marcelino. Porque a veces hay que desdecir al maestro Sabina cuando dice eso de “al lugar donde fuiste feliz no debieras tratar de volver”. Se debe. Y más cuando eso es para amanecer a los pies de la Sierra de Gredos. Quien lo probó lo sabe, que dijo Lope de Vega. Y Marcelino sabe.
El calor de la comunidad rojiblanca en esta localidad abulense de cerca de 6.500 habitantes en la vertiente sur de esa sierra que se levanta “como una inmensa muralla gris”, bajo “un aire diáfano, limpio, luminoso, como el de un mundo nuevo acabado de crear”, que escribió Pío Baroja en La dama errante, esta noche cruzados por un ‘ole, ole, ole Simeone’ de Quimera al fondo del salón mientras alzaba su bufanda favorita, esa con el entrenador. Cien comensales hay a la cena de aniversario, el calor de siempre. Es un día de encuentro y reencuentros, con peñas amigas (Candeleda, Sotillo, El Arenal Antonio López, la madridista de Arenas y Valladolid), la presencia del alcalde de la localidad, Juan Carlos Sánchez, y su concejal de deportes, Francisco Tarancón, de premios especiales como el que la junta directiva entregó, decidido de manera unánime, al Grupo Gredos de Montaña, club con sede en Arenas, más de cincuenta años de historia y el propósito de divulgación del deporte de montaña como mejor escaparate de su “más grande valor”, la Sierra de Gredos.
“Nosotros nos levantamos y esa piedra está ahí, saludándonos, siempre ante nuestros ojos”, aduce Pedro Delicado antes de pasarle el micrófono a Feliú, distribuidor de esa delicia, Los Caracoles de Gredos, encargado de entregarle la cerámica conmemorativa a Noelia y Alejandro, representantes de ese Grupo Gredos de Montaña con más de 400 socios. Es el turno de Marcelino, la leyenda rojiblanca que esta noche en la que miembros de la directiva faltan, Inma ha tenido una boca, Pepe ha tenido que quedarse en Madrid, Luismi se han ido a Valencia para tratar de ayudar, toma la palabra para emocionar. “Porque los directivos pasan, los entrenadores y los jugadores también pasamos, pero algo permanece, y eso algo es lo más grande, sois vosotros, los aficionados”. Vosotros, los que sobre todo hacen Atleti. Vosotros, los miembros de esta peña a dos horas en coche de Madrid, muy cercana a la finca en la que vivió el caballo Imperioso, la de Valdeolivas, en el nombre de la peña como un sello, para los que el Atleti es santo y seña y religión. A gritos de “aupa, aupa, aupa”.
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