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BARCELONA

Los 27 enfados de Raphinha

El brasileño ha sido sustituido casi una treintena de veces y sus reacciones empiezan a no gustar en el vestuario. Frente a los continuos cambios del brasileño, Lewandowski ha jugado 29 partidos completos.

Raphinha, en un instante del partido ante el Girona en el Camp Nou.
Quality Sport ImagesGetty

Aunque Xavi insistió en que lo que le preocuparía es ver a jugadores que no se molestan por ser sustituidos, los repetidos enfados de Raphinha cada vez que lo cambian empiezan a no gustar en el vestuario. Técnicos y compañeros comparten que hay unas normas de convivencia que respetar y que uno puede tener una salida de tono puntual, pero que no se puede convertir en conducta ni en costumbre. El jugador ha prometido corregirse, pero no lo hace.

Los números, eso sí, son demoledores. Raphinha sólo ha terminado uno de los 28 partidos en los que ha sido titular. Fue el 3 de septiembre contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. Sus enfados más exteriorizados han sido los del día del United y el pasado domingo contra el Getafe, donde es cierto que había sido, con diferencia, el jugador más peligroso del equipo con un remate al palo, otro que rechazó David Soria y un centro al que no alcanzaron Ansu ni Lewandowski. Pero ha habido más.

Raphinha es un jugador a debate en Barcelona desde su llegada. Sus números, nueve goles y nueve asistencias en 41 partidos, son bastante similares a los de Dembélé. Sin embargo, al brasileño se le reprocha cierta falta de brillantez y desequilibrio en el uno contra uno. Sus decisivos goles en Pamplona, Sevilla o al Valencia; y sus asistencias decisivas en Mestalla o contra el Getafe no terminan de convencer a cierto sector de la crítica, que considera que no es suficiente para un jugador que ha costado 60 millones de euros.

El futbolista, por su parte, se siente la víctima fácil de los cambios de Xavi. Lo cierto es que algunas comparaciones son odiosas. Lewandowski, por ejemplo, ha jugado 29 partidos completos. Distintas posiciones, sí, pero jugadores que se mueven en la parte de arriba. Ahí mandan los galones. El polaco es intocable.

Además de las sustituciones, Raphinha tiene la mosca detrás de la oreja por su futuro. Aunque fue un fichaje por el que peleó Laporta por su buena relación con Deco, su agente, la necesidad urgente de ingresos del Barça le siguen convirtiendo en una opción real de venta más allá de que el Barça acabe desprendiéndose de transferibles como Kessié, Ferran, AnsuRaphinha tiene cartel en la Premier y si para encajar en el límite salarial a Araújo, Balde y Gavi, además de fichar a Pedri, hay que venderlo, todos en el club coinciden en que Deco devolverá el favor y el futbolista, acostumbrado a saltar de país en país, lo aceptará.