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GETAFE

Lo que Mata engorda

El delantero, de 35 años, está siendo vital aportando goles que dan victorias. Ha pasado del ostracismo con Quique a ser fijo con Bordalás.

Jaime Mata celebra su segundo gol al Celta, el que significó la victoria por 3-2.
DANI SANCHEZDiarioAS

Jaime Mata ha vuelto. Bordalás le ha recuperado. El domingo le dio la victoria al Getafe con sus dos goles al Celta y el Coliseum coreó su nombre. Es un fijo para Bordalás, que le hace un hueco en su once titular ya sea de delantero o de interior izquierdo. Sea como sea, Mata juega.

Hace apenas unos meses, en cambio, tanto el jugador como el club buscaban una salida. Con Quique Flores, Mata vivía en el ostracismo. No fue titular ni en un solo partido y cuando salía de suplente era para jugar los minutos de la basura. Hay un dato demoledor: la temporada pasada, con Quique, Mata sólo jugó 51 minutos repartidos en 13 partidos, a una media de tres segundos por partido que jugó.

Con Quique, Mata sólo jugó 51 minutos repartidos en 13 partidos

EL DATO

Fue llegar Bordalás y su vida cambió, siendo titular en cinco de los seis partidos del final de temporada. Además, volvió a marcar, lo que no sucedía desde hacía año y medio. Mata volvió a sentirse futbolista, volvió a ser feliz. Esta temporada, Bordalás le ha alejado de la portería y le ha reubicado en la banda izquierda. Bordalás valora su espíritu de lucha, lo da todo en cada partido. Mata es el estereotipo de jugador que quiere Bordalás. “Sólo con verle está todo dicho. Es un grandísimo compañero, lo da todo, contagia a los compañeros y al equipo. Tengo muy en cuenta el esfuerzo, el trabajo y la profesionalidad”, dice de él el entrenador. “Ha tenido momentos difíciles. Me alegra mucho que ahora viva estos momentos”.

Mata ya no tiene la velocidad que tenía hace años, eso le hace perder presencia delante de los porteros rivales. Ya no es el que llegó a jugar en la Selección (con Luis Enrique), pero Jaime Mata ha jugado 21 partidos de las 24 jornadas, en 15 de ellos de titular, un jugador que hace pocos meses tenía pie y medio fuera del club.

Luchar va en el ADN de Mata. Sus comienzos no fueron fáciles. En 2008 estaba en el Pegaso, en Tercera. En 2009 le fichó el Rayo pero le cedió al Socuéllamos porque la Federación no permitió su inscripción. Regresó al filial del Rayo pero fue descartado y cedido al Móstoles. En Segunda pasó por el Lleida, Girona y Valladolid, hasta que le fichó el Getafe. Mata es un superviviente que no se rinde. Bien lo sabe Bordalás. El que quiera su puesto, que lo luche como él.

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