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BARCELONA

Lewandowski se da la razón

El polaco, que había pedido más gente a su alrededor, ya le ha dado siete puntos al Barça en seis jornadas de Liga. El curso pasado, sus 23 goles sólo significaron ocho. Lleva cinco partidos consecutivos marcando.

Lewandowski, en el partido contra el Celta.
PAU BARRENAAFP

A sus 35 años, Lewandowski demostró este sábado contra el Celta que todavía está ahí. Los grandes tienen mucho orgullo. El polaco había empezado la temporada con el ceño fruncido, quejándose en algunas entrevistas de poca presencia ofensiva del equipo, de estar algo desasistido y tener que buscar otras soluciones. Tal vez, y por más que el Barça había funcionado mejor con cuatro centrocampistas la temporada pasada, llevaba razón hablando específicamente de él. La llegada de Cancelo y João Félix le ha cambiado la vida. Al punto de que lleva cinco partidos consecutivos marcando (se incluye el del Amberes en Champions). Y, algo más, se le ve mucho más conectado al juego del equipo. Implicado. Había que verlo correr como un lobo después de marcar el 1-2 contra el Celta para entender que esa remontada la iba a liderar él. Y lo hizo. Gracias a una asistencia de João Félix (una de sus peticiones en esas entrevistas era un delantero más) y otra de Cancelo (había reclamado más balones desde la banda),empató el partido. Lewandowski se cree más lo que está haciendo y a lo que juega el equipo. Al final, esas carreras de este sábado eran el espejo del alma

Cuestionado después de un mal tramo final de la temporada pasada, una gira entre dudas por Estados Unidos y un inicio flojo, Lewandowski ha contestado con números de grande. Lleva cinco partidos consecutivos marcando y, lo que es más importante, sus goles ya le han dado siete puntos al equipo. En La Cerámica, El Sadar y este sábado en Montjuïc, sus tantos han sumado casi tanto como en toda la temporada pasada, en la que sus 23 goles apenas significaron ocho puntos para el equipo (eso sí, todos dando la cara fuera de casa: 0-1 en Mallorca, 0-1 en Valencia, 1-2 en Heliópolis ante el Betis y 2-4 contra el Espanyol en Cornellà el día del alirón).

Casualidad o no, Lewandowski ha mostrado también un mejor tono físico en los últimos partidos. Se le ha visto con más confianza, intentando más cosas, siendo más directo. Tal vez más feliz con lo que ve a su alrededor. Contra el Celta, aburrido en la primera parte, salió mucho de su zona, algo que gusta menos a Xavi. Pero en los últimos minutos estaba donde se le necesitaba. En el 1-2, se entendió a la maravilla con João Félix (flojo este sábado), que le puso un buen balón al que todavía había que ponerle mucho para hacer gol. Luego, sabio, esperó atrás el centro de Cancelo mientras todos los defensas del Celta iban a proteger su portería.

Y, por supuesto, en Lewandowski hay mucho de reivindicación de estrella. Nadie vive ajeno a la realidad y el runrún de los últimos dos meses en Barcelona; y también las sensaciones que transmitía el jugador, no eran buenas. El Barça es un club que exige la excelencia y es obvio que Lewandowski ha dado un paso más. Es una vedette del fútbol, dos veces The Best. Y un animal competitivo que sigue viéndose un par de años más en la élite. Lo de Vitor Roque en enero no debió de sonarle demasiado bien y ha decidido darse cuerda. De momento, aquí todavía manda él.