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BARCELONA

Las cuentas pendientes de García Pimienta con el Barça

El técnico se enfrentará por primera vez al club de su vida, del que fue despedido en 2021 poco después de ganar Joan Laporta las elecciones.

El entrenador de Las Palmas, García Pimienta, durante una rueda de prensa.
Quique CurbeloEFE

Este jueves 4 de enero, el FC Barcelona regresará a LaLiga para enfrentarse a la UD Las Palmas. Será el primer partido de 2024 y los de Xavi Hernández están obligados a no fallar si quieren empezar bien el año. No pueden dormirse en los laureles porque Real Madrid y Girona le sacan siete puntos y después del partido aplazado el Atlético también se ha puesto por delante en la clasificación.

El Barça visita el feudo del Las Palmas, noveno en la clasificación gracias al buen hacer de un entrenador, García Pimienta, que está dejando su sello en la isla, a la que llegó a finales de enero de 2022. Bajo su dirección, el equipo canario disputó un play-off, que perdió contra el C.D Tenerife y logró el ascenso a Primera División. En la UD Las Palmas están encantados con el estilo vistoso y atrevido de su entrenador, siempre fiel al ADN Barça. Aunque, todo hay que decirlo, esta temporada basa su éxito en rentabilizar muy bien los pocos goles (15) que marca y en encajar muy poco (15). El FC Barcelona, por ejemplo, ya ha recibido 21 goles en contra.

El duelo no será uno más para García Pimienta. Lo tiene marcado en el calendario. Para él, será un partido especial porque se enfrentará por primera vez al club de su vida, el FC Barcelona, del que fue despedido en 2021 poco después del triunfo de Joan Laporta en las elecciones a la presidencia. Había llegado a la entidad en 2001 para incorporarse al cuerpo técnico del Cadete A, que en esos momentos tenía a jugadores que acabaron siendo estrellas mundiales como Messi, Piqué y Cesc, entre otros. Por sus manos también pasaron jugadores de la talla de Thiago Alcántara, Sergi Roberto, actual capitán del primer equipo, Munir, Bartra, Bellerín, Ansu Fati, Aleña....La lista es muy larga.

Todavía se encuentra gente en Barcelona que no entiende como el club azulgrana prescindió de un entrenador formado en la casa y que con su buen trabajo en muchos equipos de las categorías inferiores y en el filial se había ganado estar en las quinielas para coger las riendas del primer equipo en más de una ocasión. El tiempo ha demostrado que es un entrenador con madera para entrenar en lo más alto.

Un despido más ‘político’ que deportivo

A García Pimienta lo despidieron cuando todavía le quedaba un año de contrato. Su cese le sorprendió porque el responsable del fútbol base, José Ramón Alexanco, le había confirmado su continuidad pese a que ya le informó que debía rebajarse las variables de su contrato. Fue el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste, el encargado de decirle que no continuaría en el Barça.

El club justificó su despido por tres motivos. Por el deportivo al no conseguir el ascenso a Segunda División, por temas económicos (consideraron que cobraba demasiado por sus funciones) y porque querían acometer una reestructuración profunda en el fútbol base. La realidad es que en ese momento también fueron relevados Alex García, Aureli Altimira y Jordi Roura, los dos últimos como responsables del fútbol formativo.

Que la llegada de una nueva directiva supondría cambios nadie lo dudaba pero pocos esperaban que eso afectase a García Pimienta, al que le avalaba su buen hacer durante muchísimos años en el fútbol base del Barça. Su lugar en el Barça Atlètic lo ocupó Sergi Barjuan hasta que Joan Laporta pudo poner a Rafa Márquez, que siempre fue su primera opción. El técnico mexicano también tiene muy buena relación con Deco.

García Pimienta nunca escondió que su despido fue más bien político y que el tema deportivo era simplemente una justificación ante la masa social y los medios. La nueva directiva quería poner a los suyos y romper con todo lo del pasado, sin mirar demasiado las trayectorias o el trabajo hecho durante años. Por eso, sigue teniendo cuentas pendientes con el Barça.

Ahora es reconocido por su buen trabajo en el Las Palmas y, junto con Míchel, es uno de los entrenadores de moda del fútbol español. El del Girona ya le hizo pasar un mal rato al Barça (el propio Xavi Hernández reconoció que esa derrota les hizo mucho daño) y García Pimienta aspira a hacer lo mismo este jueves.