La venta del Espanyol, al rojo vivo
Chen, poseedor del 99,6 por ciento del capital social, tiene muy avanzadas las negociaciones con un fondo inversor de Estados Unidos, que pretende relanzar al club deportivamente.
“El Espanyol no está en venta”, se han cansado de repetir desde las entrañas del club. “En ningún momento he puesto al Espanyol en venta”, llegó incluso a precisar su presidente y propietario, Chen Yansheng, el pasado 2 de septiembre, justo cuando negociaba… su venta. Y ésta puede concretarse en cualquier momento porque las conversaciones y el intercambio de documentación están muy avanzados, tal como avanza Esports Cope.
Todo apunta que esta puede ser la buena, después de que el pasado mes de marzo el propio Chen hiciera saltar por los aires otra oferta consolidada, lo que acabó derivando, entre otras consecuencias, con la salida de José María Durán de la dirección general. Su sucesor, el CEO Mao Ye Wu, habría sido con toda lógica el interlocutor desde el pasado verano con una organización que tiene sede en los Estados Unidos, que trabaja a modo de fondo inversor y que tiene por objetivo expandirse en el fútbol. Ahí es donde el Espanyol y su ubicación les encaja perfectamente.
De cerrarse esta operación, por la que Chen y el conglomerado que dirige, Rastar Group, venían exigiendo a todos los posibles compradores alrededor de 250 millones de euros por su 99,6 por ciento del capital social, la firma tendría que ser inminente. Todas las partes saben perfectamente que el parón de las competiciones con motivo de la disputa de la Copa del Mundo ha deparado el escenario idóneo para formalizar un trasvase de propiedad que permita formalizar cambios, sentar las bases y colmar las necesidades más sensibles, sobre todo desde el prisma del área deportiva, antes de que la Liga se reanude en Nochevieja y se abra la ventana del mercado de invierno.