La ‘vendetta’ de Mbappé
Su único Clásico en el Bernabéu hizo herida: ocho fueras de juego. Ha trabajado el desmarque y quiere redimirse. Este año, el Barça provoca un 30% menos de fueras de juego


Mbappé sólo ha jugado un Clásico en el Bernabéu. Pero qué Clásico. Histórico, inolvidable. Sucedió en otro 26 de octubre −como mañana−, pero de 2024. Hace 364 días. Y fue una pesadilla; su pesadilla. Kylian cayó ocho veces en fuera de juego. El 66% del total del equipo (12). Tuvo la actitud, la chispa y el colmillo. Pero no el acierto. Vino a ser una demostración de que el ser humano, por ser, es más que capaz de tropezar varias veces con la misma piedra. Llegó a ser insólito. Mbappé marcó dos goles... pero ambos en fuera de juego. Se marchó de vacío, tocado y observando el 0-4 que reflejaba el marcador. Han pasado 364 días de aquello. Y ahora, llega su revancha.
Porque Kylian ha trabajado mucho el desmarque en carrera. La coordinación con el pasador, la posición para esconder todo lo posible la arrancada; el movimiento. “Lo de los fueras de juego se puede entrenar”, reconoció Xabi Alonso. Ha sucedido. Y en concreto, de cara a este partido. Desde el staff saben que hay un filón en los pases a la espalda de la defensa. Que Flick mantendrá su línea tan adelantada y que una buena ejecución del movimiento de desmarque, sumado a un buen pase, es medio gol. Que ese es el camino.
Un 30% menos
También saben que el Barça está siendo una máquina imperfecta: lleva un 30% menos de fueras de juego provocados que la temporada pasada. A estas alturas, llevaba 62; ahora, van 44. Al Barça le están cogiendo más la espalda. Y ahora, llega Mbappé. Quien tiene hambre de redención. No lo oculta. Quien ha depurado la técnica y, sobre todo, encontrado en Güler un socio asombroso, en el sentido literal de la palabra. Si algo dejó el Metropolitano, es la evidencia de que hay conexión entre ellos. Química, sinergia.
El guion mañana, se cree, será el previsible. Habrá fueras de juego, porque reducir esta estadística a cero es una utopía para cualquier equipo que juegue contra el Barça, pero no puede haber tantos. Y entre disparos, debe haber dianas. Desde los 12 offsides del Clásico de hace un año, se han vivido uno (en la Supercopa), siete (en la final de Copa) y cinco (en Montjuïc). Nunca jamás se repitió una sangría como la de aquel 26 de octubre. La de aquellos ocho fueras de juego.

Once goles al Barça
No es casualidad que en el resto de Clásicos, Mbappé haya brillado. Marcó en la Supercopa, repitió en la final de Copa e hizo un espectacular hat-trick en Montjuïc. Pleno, quitando su pesadilla. También pleno de derrotas, pero ese es otro tema. Un debate más profundo. Su parte, estuvo más que hecha. En realidad, es prácticamente un seguro contra el Barça: le ha marcado once goles en ocho partidos (seis con el PSG). Además de haber dado una asistencia.
Y ahora, uno cada 70′
Por si no fuera suficiente, llega pletórico: van 15 dianas esta temporada, en 12 partidos. Una barbaridad que se entiende mejor con otro punto de vista: sólo se ha quedado sin marcar en dos noches (Mallorca y Juventus) y ha llegado a encadenar once partidos viendo puerta (sumando club y selección). Mbappé está anotando con una facilidad pasmosa. Intimidante. Incluso en veladas en las que pasa livianamente más de puntillas, acaba hincando el colmillo. Está marcando un gol cada 70 minutos. Y en total, ya van 59 zarpazos con el Real Madrid. Ante el Barça tiene la posibilidad de hacer el número 60.
El imposible de Szczesny
Enfrente tendrá una defensa adelantada −esa que tanto dolor de cabeza le dio hace un año− y un portero con una maldición. Szczesny jamás ha dejado la portería a cero contra el Real Madrid. Ha jugado dos veces con la Roma, una con la Juventus y tres con el Barcelona. Nunca dejó su red limpia. Como tampoco lo ha hecho esta temporada (lleva cinco partidos disputados, desde la lesión de Joan García y en todos ha encajado). Ahora, le toca intentar frenar a Mbappé. Al Midas del gol. Probablemente al futbolista más en forma del mundo, en estos momentos. Al 10 del Real Madrid.
Han pasado 364 días de otro 26 de octubre. De aquel en el que Kylian cayó ocho veces en fuera de juego. Cuando vivió una pesadilla. Mañana, vivirá su segundo Clásico en el Santiago Bernabéu. Será su oportunidad de resarcirse. Conoce la trampa de Flick, pero esta vez está decidido a no pisarla. Siente que va a ser su noche; lo hace el madridismo. Mbappé se tinta la cara. Llega el Clásico. Llega su Clásico.
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