Problema central en el día D
Madrid y Girona, a la cabeza en registros ofensivos del campeonato, dirimen quién es el líder. Dovbyk apunta al once y Carvajal y Tchouameni estarán en el eje de la zaga blanca por la lesión de Rüdiger.
Un partido de la Liga llega transformado en el partido de la Liga gracias a una gesta inesperada del Girona, equipo que juega su cuarta temporada en Primera División, que nunca había acabado por encima de la décima plaza y que llega al Bernabéu invicto a domicilio, con 56 puntos y con una sola derrota en 23 jornadas de Liga. La clasificación dice mucho de sus méritos, pero no lo cuenta todo. Puntos al margen, comparece con posibilidades de arrebatarle el liderato al Madrid, único equipo que ha sido capaz de ganarle, con rasgos de equipo grande, valiente, ambicioso y constante (sigue el partido en directo en AS.com).
El Girona ha marcado cuatro goles más que el Madrid, registra dos asistencias más, solo está dos puntos por debajo en posesión y ha conseguido remontar siete partidos que empezó perdiendo, facultad casi milagrosa reservada a los conquistadores de títulos. Esta temporada le ha ganado a Barça, Atlético, Valencia o Sevilla (dos veces) y solo pudo con él el Madrid, que marcó tres goles en sus tres disparos a puerta en Montilivi y vio cómo su portero tenía que detener ocho. Ningún equipo ha sometido tanto al líder como el Girona en los primeros veinte minutos de aquel encuentro. Así fue convirtiéndose un equipo revelación en un verdadero candidato al título. Ancelotti ya le señaló hace semanas como el principal rival en la lucha por el campeonato. Debió mirar también los antecedentes: tres victorias del Madrid, otras tantas del Girona y un empate en siete enfrentamientos ligueros.
Ambos equipos comparten recelos arbitrales. Al Girona le escuecen aún la anulación de un gol ante la Real Sociedad por un fuera de juego registrado más de medio minuto antes, la expulsión de Michel y la quinta tarjeta de dos puntales, Yangel Herrera y Blind, que no estarán hoy. Y el Madrid está en las mismas. Salió muy descontento con el colegiado del último derbi, Sánchez Martínez. Martínez Munuera tendrá que caminar sobre el alambre.
Un cañón ucraniano
Además de las bajas por sanción, el Girona está en vilo por Dovbyk, máximo anotador del campeonato junto a Mayoral y Bellingham (14 tantos), baja ante la Real por una lesión de rodilla y duda para hoy. No se ha entrenado con el grupo durante toda la semana, pero Michel cree que llega a tiempo. Su adaptación a la Liga ha sido exprés. Metió 14 goles en 17 partidos con el Dnipro en la Liga ucraniana hace dos temporadas, hasta que la guerra interrumpió la competición, y 29 el curso pasado, cifras que llamaron la atención de muchos clubes, Marsella, Lazio y Torino entre ellos. “Ninguno tenía a Tsygankov”, fue su argumento para explicar por qué eligió el Girona. La presencia de su compatriota y la potencia del City Group resultaron decisivas para un delantero que había pasado como una sombra por la Liga danesa (el Midtylland lo fichó por su parecido con Sorloth) antes de regresar al Dnipro, en el que tampoco había destacado como canterano. De hecho, fue ascendido al primer equipo porque la crisis económica impedía al club fichar jugadores. Sin embargo, en su segunda etapa fue un huracán.
El Girona pagó siete millones por el 50% de su pase. Artem Kravets, ariete ucraniano que jugó en el Granada, aseguró entonces: “Si marca más de diez goles será un éxito”. Un pronóstico demasiado conservador para un delantero que ha encontrado su hábitat ideal: “En Ucrania todo es monótono. Sin espectadores, cada partido es como un amistoso. Aquí todo es adrenalina”, explica el segundo futbolista que más dispara en la Liga. Sólo Rodrygo le supera.
Defensa recompuesta
En duda hasta última hora está su alineación y es segura la baja de su principal centinela, Rüdiger, lesionado ante el Getafe, baja ante el Atlético y ausente hoy también después de que se le detectará en la mañana de este sábado una lesión muscular en el vasto lateral interno del muslo izquierdo, a pesar de las buenas sensaciones que había tenido el viernes. El Madrid perdió la batalla del derbi por alto y acabó cediendo un empate en un cabezazo de Llorente. Hoy la situación es aún peor, porque Ancelotti no tendrá ninguno de los cuatro centrales con los que inició la temporada. Ahí tendrá que repetir Carvajal y su acompañante será Tchouameni, que vino para otra cosa. El único consuelo es que el francés es el jugador que más duelos aéreos gana (30) de toda la plantilla. Esa pareja improvisada tendrá enfrente a Dovbyk, el jugador que más goles anota de cabeza (cinco) en la Liga.
A ras de suelo se vivirá la batalla de los regateadores. Vinicius está listo después de superar su tercera lesión del curso, un hecho insólito en su carrera. Pese a la falta de continuidad suma once goles y cuatro asistencias. El curso pasado metió 23 tantos y el anterior, 22. Al otro lado estará Savinho, que la próxima temporada jugará en el Manchester City. Zurdo vencido a la derecha, Sampaoli le dio su primera oportunidad en el Atlético Mineiro cuando solo tenía 16 años. En el PSV no supieron verle, pero en el Girona se ha convertido en el segundo regateador de la Liga y en un anotador recurrente. “Quedé con el míster en que marcaría ocho goles y daría cinco asistencias”. A cuatro meses del final del campeonato está en siete y siete.
En el Madrid se espera que Lunin, que coincidió en el Dnipro con Dovbyk, se mantenga en la portería, que siga Lucas Vázquez como lateral derecho y que repitan Valverde, Kroos y Camavinga en el centro del campo. En el Girona, después de cinco partidos con una defensa de cuatro, Michel, que no se sentará en el banquillo, apunta a un equipo con tres centrales (Arnau, Eric García y Juanpe) para disimular las bajas y protegerse de la velocidad del Madrid en un duelo que marcará la Liga.
