La Real Sociedad encuentra en noviembre las razones para creer
El paso adelante de los de Sergio Francisco ha sido evidente, y eso que apenas han podido participar jugadores como Herrera, Oskarsson y Karrikaburu.
La Real Sociedad se marcha al tercer parón de selecciones con un balance radicalmente opuesto al de hace un mes, confirmando un cambio de tendencia que se ha gestado a base de trabajo táctico y crecimiento individual. Tras la crisis de octubre, que dejó al equipo en puestos de descenso y a Sergio Francisco contra las cuerdas, el equipo ha encontrado herramientas para dar un paso adelante, logrando el principal objetivo a corto plazo que es salir del pozo.
El director deportivo, Erik Bretos, ya lo adelantaba antes del último empate ante el Elche: “El inicio fue complicado, mucho peor de lo que nos habría gustado a todos. Desde el último parón hubo una sensación de cambio, trabajamos mucho todos, estamos cerca de ganar todos los partidos desde entonces, y el equipo se siente más a gusto”, dijo el donostiarra.
La mejoría es patente en las áreas, aunque con amplio margen de mejora en ambas. La Real ha conseguido siete goles a favor en el último tramo (con un partido menos de LaLiga) frente a los cuatro que consiguió antes del parón de octubre, y ha reducido los goles encajados de ocho a cinco, aunque todas las victorias han sido en casa y con Anoeta volviendo a mostrar una gran comunión con la grada.
Uno de los datos más reveladores es la distribución de la responsabilidad goleadora. Si antes los goleadores fueron Oyarzabal, Brais y Odriozola, en este último periodo la lista de artilleros ha crecido: Soler, Oyarzabal (2), Brais, Guedes, Gorrotxategi y Oyarzabal. La contribución de la segunda línea (Soler, Guedes, Gorrotxategi) demuestra que el equipo está generando más peligro desde diversas zonas del campo.
Este resurgimiento se explica por la progresión de varios futbolistas clave. Barrenetxea y, sobre todo, Mikel Oyarzabal se han mantenido a un nivel altísimo. Jugadores como Guedes y Soler han ido ganando mayor nivel, aunque aún no estén al 100%. Zakharyan está siendo importante, y la cantera sigue empujando con Gorrotxategi tomando el pulso a la categoría y Jon Martín consolidándose en el eje de la zaga por delante de Caleta-Car. Además, la capacidad del cuerpo técnico para utilizar distintos sistemas en función del rival ha dotado al equipo de una versatilidad necesaria.
Los retos pendientes
Pese a la notable mejoría, el equipo es consciente de que aún tiene importantes deberes por delante. La defensa, a pesar de reducir los goles en contra, no ha logrado mantener la portería a cero para Remiro en este tramo, y se siguen encajando goles por desajustes defensivos. En la faceta ofensiva, se están creando muchas ocasiones, pero se necesita más colmillo para transformarlas en gol. El principal desafío, sin embargo, sigue siendo lejos de casa: tras 12 jornadas, la Real sigue sin poder ganar lejos de Anoeta, un hándicap que deberá romper en el regreso a la competición.
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