La Primera se muerde la lengua
Los futbolistas Darder y Espino y los entrenadores Simeone e Iraola mostraron su malestar por no poder hablar con libertad la jornada pasada. AFE pide cambios para acabar con la “intimidación” del artículo 99.
Corren tiempos difíciles para el estamento arbitral. En la última jornada, dos futbolistas (Darder y Pacha Espino) y los mismos entrenadores (Simeone e Iraola) hicieron público un sentimiento extendido en todos los equipos del fútbol español: el miedo a ser sancionado por mostrar su opinión en declaraciones postpartido. Otro golpe más a la imagen del arbitraje nacional tras el escándalo del Caso Negreira y las actuaciones de las últimas fechas por parte de los colegiados.
Darder fue el primero en alzar la voz. Tras la pregunta de DAZN sobre la actuación del árbitro Ortiz Arias, el mediapunta del Espanyol respondió: “Creo que ya se ha sancionado injustamente a un jugador por hablar (haciendo referencia a Canales). Se me va a castigar más de cuatro partidos si comento lo que pienso del arbitraje. Creo que con eso te digo todo”. El Pacha Espino, capitán del Cádiz, fue el segundo en hacer referencia a la ‘censura’ que viven los futbolistas y entrenadores. “Para mí es mano (la de Pape Gueye). Sin embargo, es como todo. No se puede hablar porque luego te sancionan”, afirmó.
Simeone e Iraola también hablaron, lo que el Código Disciplinario de la RFEF les permite, sobre el tema. El argentino, al ser preguntado por la ausencia del sancionado Canales, aseguró que “son tiempos difíciles para opinar porque cualquier cosa que puedas decir, pueda ser sancionada”. Además, afirmó que “hay que aceptar lo que toca en todo momento y en éste hay que hablar poco”. El técnico rayista, tras el polémico penalti pitado a Balliu, afirmó: “No puedo decir lo que pienso porque sino me van a sancionar”.
AFE pide un cambio en el Código Disciplinario
El CTA y Comité de Competición se agarran al artículo 99 del Código Disciplinario de la RFEF para justificar las sanciones impuestas a Gayá la temporada pasada o Canales en la actual, por ejemplo. El párrafo dice así: “Insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al/a la árbitro/a principal, asistentes/as, cuarto/a árbitro/a, directivos/as o autoridades deportivas, salvo que constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos”.
Los futbolistas, hartos de esta ley del silencio, se levantan contra la normativa que les impide criticar las decisiones arbitrales en declaraciones postpartido. AFE apunta que el artículo 99 del Código Disciplinario “controla” e “intimida” a los jugadores ante el derecho constitucional que tienen para poder opinar: “No distingue adecuadamente entre opinión y calificación. Es diferente acusar por prevaricar que manifestar algo por el derecho a opinar que tiene cualquier persona, como establece la Constitución Española. Es parte del pluralismo que debe imperar en cualquier sociedad democrática”.
La sanción a Canales, el detonante
Canales fue sancionado el 29 de marzo por unas declaraciones en la cuales afirmó que “su expulsión ante el Cádiz fue premeditada (partido celebrado el 19 de octubre de 2022)” realizadas tras el duelo ante el Valladolid el 18 de febrero. Es decir, Competición sancionó al cántabro cuatro partidos por unas palabras dichas un mes antes. Este castigo indignó al Betis y al futbolista, además de poner sobre aviso al resto de clubes del fútbol español.
Los verdiblancos no dudaron a la hora de acudir a la justicia ordinaria para pedir la cautelar antes de la resolución del TAD. El Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo Número 4 concedió la suspensión cautelar de la sanción al jugador del Betis hasta el fallo definitivo del Tribunal de Arbitraje Deportivo. Por tanto, el capitán bético podrá jugar este domingo ante el Cádiz si no se pronuncia antes el TAD.