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ATLÉTICO

La mili del Cuervo

Gustavo López cierra su primera visita a Los Ángeles de San Rafael adaptado en el cuerpo técnico. Enlace con el plantel, es una de las caras nuevas de la temporada.

Actualizado a
Gustavo López, en su estreno como miembro del cuerpo técnico del Atlético 2022.
JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

La última vez que se había vestido de corto había sido en 2008. Después hubo otras, claro, pachangas con los niños, con los colegas, con amigos del fútbol, que un futbolista nunca se aleja demasiado del verde, no puede, es imposible, pero había sido en Cádiz cuando Gustavo López (49 años) se puso el traje de fútbol con el hormigueo dentro de no saber qué pasará, qué vendrá por delante. En el Cádiz se retiró aquella 2007-2008 para saltar a las cabinas, agarrar los micrófonos, ponerse ante la pantalla. El domingo pasado, en Madrid, se vestía de azul como antaño, cuando su azul era el celeste del Celta, el rojo Independiente, el blanco Zaragoza, el amarillo Cádiz, para volver a respirar la hierba y no sólo contarla: debutaba como fichaje del Cholo para su cuerpo técnico en la 2022-23. Dos semanas después, su particular mili ha terminado. Está dentro, está adaptado.

Gustavo López, ya con balón, a los seis días de debutar en el cuerpo técnico del Cholo.
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Gustavo López, ya con balón, a los seis días de debutar en el cuerpo técnico del Cholo. JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

“Le veo muy bien”, valoraba Iñaki Arregabiria mientras el Atlético entrenaba en el campo de fútbol de Los Ángeles de San Rafael. Periodista de Movistar+, cubría la sesión para el Informativo de #Vamos sin perder detalle de aquel que hasta junio había sido compañero. “Lo va a hacer muy bien. Primero porque es un tipo estupendo y, segundo, porque a todos los conocimientos que tiene de fútbol, que son muchos, le ha sumado todos estos años como comunicador. Cómo ha aprendido a llegar con su discurso, qué decir, cómo”, añade. Y ese apunte es fundamental porque entre las muchas funciones que Simeone pensó para él cuando lo llamaba para incorporarle a su ‘staff’, sumar a Nelson Vivas y Bonvicini, segundo y tercer entrenador rojiblancos, analizar entrenamientos, jugadas, está sobre todo la de ejercer de enlace entre el técnico y los jugadores. Que su discurso vuelva a calar como antes, como cuando estaban los Gabi, Godín y demás, que los futbolistas vuelvan a creer en el ‘A morir los míos mueren’ como única verdad cuando del Atleti se visten.

El documental del Cholo para Amazon

Compañeros de habitación con Argentina cuando ambos eran futbolistas, su relación de siempre se vio anudada en 2021, cuando Gustavo López, director del documental para Amazon sobre el Cholo, Vivir partido a partido, se grababa. El comentarista estaba presente en todo. En las entrevistas con el Cholo, en los entrenamientos, en el día a día. La vieja intención de sumarle a su cuerpo técnico se hizo necesidad. Un cuerpo técnico ‘muy argentinizado’ diez años y medio después de su llegada, que sumaba una pieza fundamental. El primer día, el domingo de volver, Gustavo López apenas se movió del lado de Nelson Vivas, otro tipo estupendo, sencillo, cercano, bueno, en todo el entrenamiento en el Cerro, aprendiendo, empapándose.

Gustavo López y Simeone en Argentina.
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Gustavo López y Simeone en Argentina.

A medida que fueron pasando los días, El Cuervo, así le apodaban como jugador, se fue arrancando el corsé, sus piernas llenas de viejas cicatrices, recordando. Se le podía ver conversar como uno más del cuerpo técnico en el círculo de entrenadores con el que Simeone termina cada sesión en el campo de fútbol de San Rafael. También caminar junto a Llorente explicándole qué buscaban en un ejercicio, después lo haría también con Giménez. Otro día dejaba al grupo para correr al campo aledaño donde se ejercitaba João con Zahínos. Y agarraba un balón, ay, la bendita pelota, antes de que los jugadores comenzaran a trabajar, él desempolvando la pierna, toque a toque: esta sólo tocó el suelo cuando la voz del Profe daba por iniciado el entrenamiento, a él no se le cayó. En la última sesión, ya participaba de forma activa en el entrenamiento, sirviendo balones para que los futbolistas los despejaran forzados. Con ese viejo hormigueo de vuelta en las piernas del Gustavo futbolista para el Gustavo entrenador, ya licenciado del Cholo. A las dos semanas.