La metamorfosis de Mingueza
El Celta lo fichó para reforzar el eje de la zaga, acabó consolidándose como lateral y en el último partido se estrenó en un puesto más ofensivo, de extremo.
Óscar Mingueza aterrizó el pasado verano en Vigo como un refuerzo necesario para el eje de la zaga, capaz de adaptarse a los dos laterales en caso de urgencia. Sin embargo, con el paso del tiempo, el catalán ha ido mudando su primera piel, pasando de actuar en el centro de la defensa a consolidarse como carrilero. De hecho, su rol con Carvalhal fue toda una revolución, pues actuaba de lateral en defensa, pero se posicionaba como mediocentro en ataque para dar una mejor salida al balón.
El portugués reconoció abiertamente que no veía a Mingueza como central, que su mejor ubicación era la de lateral, una cuestión que también comparte Rafa Benítez. Tanto es así que el técnico madrileño quiere quitarle otra piel al catalán para darle un rol más ofensivo. El pasado sábado contra el Atlético, Mingueza actuó desde el inicio como extremo derecho, una posición inédita para él.
El caso es que el ex jugador del Barcelona generó mucho peligro por su costado e incluso dejó detalles de extremo puro, como un excepcional regate con el que dejó sentado a Samu Lino. Tuvo varias conducciones y llegadas a líneas de fondo con las que desarboló a la zaga rojiblanca, pero le faltó finura en los últimos metros, tanto a la hora de rematar como para dar el último pase. Si corrige esas situaciones, su nuevo rol en el Celta puede ser más ofensivo.
Las estadísticas también avalan ese nuevo papel, ya que Óscar Mingueza es el defensa de la Liga que más ocasiones ha creado en jugada. El próximo viernes el Celta se enfrenta al Girona y habrá que ver donde ubica Benítez al catalán, pero es posible que repita la fórmula que utilizó frente al Atlético, con Kevin en el lateral derecho y Mingueza por delante.
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