La increíble transformación del Celta en doce meses
Desde la llegada de Giráldez al banquillo del primer equipo en marzo del año pasado, los celestes han pasado de luchar por la permanencia a soñar con Europa


La semana del primer aniversario de Claudio Giráldez como entrenador del Celta acabó con fiesta. En una esquina del estadio José Zorrilla, los futbolistas celestes y sus aficionados celebraron por todo lo alto el triunfo logrado ante el Valladolid. Una victoria que significa algo más que tres puntos. El conjunto vigués llega al primer parón de 2025 con la permanencia en el bolsillo, licencia para soñar con Europa y un proyecto de futuro totalmente consolidado.
La increíble transformación del Celta empezó a mediados de marzo del año pasado. Giráldez debutó el día 17 en Sevilla tras ascender esa misma semana al primer equipo para relevar al despedido Rafa Benítez. El cuadro olívico ocupaba la 17ª posición en la tabla y en 28 jornadas había sumado 24 puntos. Tenía 2 de margen respecto a la zona de descenso. Desde aquel partido en el Sánchez Pizjuán ha transcurrido una liga entera, 38 encuentros, y los números del técnico de O Porriño no tienen nada que ver con los de su antecesor en el cargo.
Los 56 puntos cosechados por el joven preparador de 37 años son una cifra digna de un candidato a luchar por los puestos europeos. La pasada campaña el Betis terminó séptimo con 57, obteniendo el billete para la Conference League, y el Villarreal concluyó octavo con 53. Esta temporada todo apunta a que la octava plaza dará acceso a una competición continental. Por el momento, esa posición la ocupa el Celta, que con 39 puntos cuenta con un colchón de 12 respecto al antepenúltimo clasificado a falta de diez jornadas para que finalice la Liga.
A nivel personal, el registro de Giráldez en su primer año lo sitúa en el top-5 de entrenadores del club gallego desde que en 1995 se empezaron a otorgar 3 puntos por victoria. Al porriñés solo lo superan técnicos que contaban con plantillas de mucho más valor económico. Víctor Fernández y Fernando Vázquez lideran esa estadística empatados a 64 puntos, el tercer puesto corresponde a Miguel Ángel Lotina con 61 y el cuarto a Javier Irureta con 60.
Una de las señas de identidad del actual proyecto céltico es su apuesta por la cantera. Sirva como ejemplo lo vivido ayer en Pucela, donde participaron diez futbolistas que han defendido la camiseta del filial del Celta. Todo ello doce meses después de que Benítez alineara por primera vez en 15 años un once sin canteranos celestes. La confianza en los jugadores de la casa ha disparado el orgullo de una afición que se desplazó en masa a Valladolid y regresó a Vigo eufórica.
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