La guinda del escándalo: Quintero se comió cinco minutos de añadido
Además de obligar al Espanyol a afrontar cuatro penaltis, el árbitro de Son Moix tan solo dejó jugar tres de los ocho minutos que él había agregado. Pitó en el 101:47, debió hacerlo en el 106:49.

Se ha sublevado el Espanyol como nunca lo había hecho en los nueve años que lleva Rastar Group ostentando la propiedad, quejándose públicamente y con dureza por los tres penaltis señalados en contra del equipo perico en Son Moix, este sábado, el último repetido hasta que el Mallorca obtuvo el gol de la victoria (2-1). Pero es que el escándalo arbitral llegó con una guinda, que tiene como protagonista al tiempo añadido.
La cronología de los hechos no engaña. Cuando Abdón Prats lanza su penalti, que es detenido por Joan García, en el minuto 90:01, el cuarto árbitro, Francisco Javier Expósito Jaramillo, levanta su pizarra, mostrando los ocho minutos de añadido decretados por Alejandro Quintero González, el colegiado del encuentro. Cuando la realización vuelve al directo, en el 91:02, el juego ya se ha detenido porque Omar El Hilali se encuentra lesionado, tendido sobre el césped, y en la banda aguardan Pere Milla y Álvaro Aguado para entrar.
Pero, por las repeticiones posteriores, se observa que en ese tiempo tan solo se han jugado unos tres segundos, los que van desde el saque de Joan García, mediante un balón largo que busca a Walid Cheddira, hasta que el esférico llega a las manos de Dominik Greif, en el área bermellona. ¿Y cuándo se vuelve a jugar? Pues no es hasta el 96:43, y de nuevo para volver a interrumpirse inmediatamente.
Tras la lesión de Omar, es en el 92:00 cuando Quintero se echa la mano al auricular para atender la llamada del VAR, que le alerta de una presunta irregularidad, que acabaría siendo la invasión prematura de Cheddira en el balcón del área cuando Prats iba a lanzar su penalti. En el 92:57, el árbitro se dirige al monitor para revisarlo. En el 94:47, manda repetir la pena máxima. Y en el 96:47, como decíamos, la convierte Vedat Muriqi.
En ese momento, lógicamente, tampoco se reanuda la acción, ya que el saque de centro no se produce hasta el 98:52, cuando ya se han producido cambios tanto en el Espanyol como en el Mallorca. Y, con cuatro fuera de banda de por medio que retrasan unos segundos más el juego, es en el 101:47 cuando Quintero señala el final del partido.
⏹️ Final del partit.
— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) March 15, 2025
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Son dos minutos y 58 segundos los que se jugaron en realidad sobre los ocho que el propio árbitro había decretado. Que puede ser algún segundo más, porque la realización televisiva no recoge en qué instante exacto se lesiona Omar. Pero que en cualquier caso no excede de los tres minutos y, por supuesto, no alcanza ni la mitad del tiempo que debería haberse jugado. En conclusión: el Mallorca-Espanyol debería haber acabado en el 106:49, y no en el 101:47.
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