La enésima decepción copera del Girona
Míchel: “Estoy muy enfadado, no estuvimos a la altura. Fue un mal partido”
El Girona ha quedado apeado de la Copa en la primera ronda. Contra el Cacereño, un equipo de Segunda Federación, y jugando un mal partido. Este es el resumen rápido de lo ocurrido el jueves en un nuevo naufragio del club en la real competición. Nada nuevo, no es una competición que se le de especialmente bien al Girona, pero en este caso el fracaso ha sido de los grandes. Nunca con el equipo en Primera habían sido eliminados por un club de inferior categoría y, contra el Cacereño, lo hizo uno que milita en la cuarta división del fútbol estatal. Evidentemente, Míchel acabó muy enfadado.
Más que hablar de fútbol, que habló poco, el tema fue la intensidad, la motivación y las ganas que puso el equipo sobre el maltrecho césped del campo del Cacereño. “No se puede venir aquí pensando que vas a ganar e irte”, comentó Míchel, pues “el mérito, el estatus, se gana cada día”. “En la vida y en el fútbol hay que mantener una regularidad, sino te pasan estas cosas”, comentó el técnico madrileño al término del partido.
No hubo reproches futbolísticos, que pudieron haberlos, pero sí por la actitud de sus jugadores. Y más que por la actitud, por la intensidad con la que jugó el equipo: “No estuvimos en el partido desde el inicio. Nuestros analistas nos mandaron situaciones de segundas jugadas, sabíamos que era un equipo que juega mucho a eso. Y ell 73% fueron para ellos. Eso significa que no estás en el duelo. No hay más. El partido ha sido malo por nuestra parte contra un rival con intensidad que mereció pasar. No llegamos al nivel de exigencia que requería el partido”, sentenció. Pero no acabó ahí: “No podemos elegir los momentos donde tenemos que dar el máximo nivel. Eso a mi me hace mucho daño. No creo que el equipo esté para elegir. Tenemos que ir al 200% siempre. Es nuestra forma de ver la vida, de competir. Cuando vamos con otra mentalidad a mi no me gusta. Estoy muy enfadado. No hicimos nuestro trabajo, no estuvimos a la altura. El equipo ha jugado a un nivel más bajo de lo que debería. Nos tiraron más, mejor y nos presionaron más. Me fui muy enfadado”, finalizó.
Eliminados de la Copa ahora el Girona centrará obviamente todos sus esfuerzos en la Liga. Una competición por la que transitan con cierta comodidad, mostrando un buen nivel y donde no se pueden despistar. El objetivo es evidentemente salvar la categoría, al fin y al cabo son un recién ascendido, pero en Girona hay mimbres para hacer una buena temporada. El 29 se miden al Rayo en Montilivi y, tras las fiestas, será el único objetivo del equipo.