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CELTA

La década prodigiosa del Real Madrid en Vigo

Los blancos llevan diez años casi inmaculados en Balaídos, con un balance de nueve victorias y un empate en los últimos diez enfrentamientos.

El Madrid se sobrepuso a la lesión de Vinicius y a un penalti fallado por Rodrygo con el cuarto gol del inglés Bellingham en tres partidos. Un Celta encomiable rozó el empate.
Manuel AlvarezQuality Sport Images/Getty Image

El 11 de mayo de 2014 fue la última vez que el Real Madrid salió derrotado de Balaídos. Aquella tarde primaveral, Charles consiguió un doblete que tumbó al equipo de Ancelotti, con Zidane de segundo entrenador. Desde entonces, los blancos son imbatibles en suelo olívico, con un balance de nueve victorias y un empate en los últimos diez enfrentamientos. El bagaje anotador es demoledor, con 12 goles celestes y 30 tantos madridistas.

El pleno en estos diez años lo evitó Maxi Gómez en 2018 con un tanto sobre la bocina que sirvió para rescatar un empate. Los célticos se adelantaron aquel día con un gol de Wass a pase de Iago Aspas, pero un doblete de Gareth Bale en dos minutos dio la vuelta al partido. Cuando los blancos ya celebraban la victoria, apareció el delantero uruguayo para chafarle la fiesta a Bale. Fue la única vez en los últimos diez años que el Real Madrid no ganó en Balaídos.

El balance de 28 puntos de los últimos 30 en juego habla a las claras de que Balaídos se ha convertido en un estadio talismán para los blancos. Pero la historia no siempre fue así. Más bien al contrario. El estadio vigués era un punto negro en la ruta madridista. Tanto es así, que el Real Madrid solo venció una vez en Vigo entre 1988 y 2003, con un balance de ocho triunfos locales, tres empates y esa victoria madridista que sucedió en 1995 gracias a los goles de Raúl y Rivera.

Una de las tardes gloriosas del Celta ante el Real Madrid fue el 22 de junio de 1997, cuando un hat-trick de Vlado Gudel, ahora delegado del club, mantuvo a los vigueses en Primera y fue el prólogo del Euro Celta, que se convirtió en imbatible para los blancos. El Real Madrid sufrió su lustro más negro en Balaídos entre 1997 y 2001, cuando sufrió cinco derrotas consecutivas, con un bagaje de quince goles celestes y solo dos del cuadro merengue.

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