La afilada espada del Espanyol pende sobre Míchel
El Girona necesita lograr su primera victoria del curso para garantizar la tranquilidad del técnico vallecano. El bloque perico recupera a Pere Milla tras cumplir sanción.



Pocas sillas son más eléctricas que las de entrenador. Y en la de Míchel se están cargando las baterías. Una especie de espada de Damocles pende sobre el vallecano y es que su Girona todavía no ha ganado este curso. Demasiado se está alargando la agonía y, este viernes, para arrancar la séptima jornada recibe al Espanyol. Un duelo mal llamado derbi que puede ser, perfectamente, de puerta grande o enfermería (sigue el partido en directo en AS.com).
Porque los rojiblancos sí que han mostrado destellos de luz de lo que puede ser un gran equipo, pero la falta de regularidad, y fragilidad defensiva, le está dejando a oscuras. La etapa de la mala suerte ya está superada y es que si algo sale mal es porque se hacen las cosas mal. Tanta mala suerte en el fútbol no existe. Los momentos a los que se agarran los gerundenses se encuentran a domicilio, ante Celta y Athletic, pero será en Montilivi donde debe empezar la resurrección. El feudo rojiblanco parece territorio quemado y deben empezar a salir brotes verdes. Encargados de regar la ilusión están los nuevos: Bryan Gil, Ounahi y Vanat. Especialmente el marroquí, que contra el Athletic ofreció un recital, con gol incluido, y se le ha nombrado líder. Todo el fútbol pasa, y pasará, por él.
Del sufrimiento que vive ahora el Girona, el Espanyol tiene un máster. Es cierto que ahora está de dulce y con la espada bien afilada, pero no se puede sacar demasiado pecho porque te lo hunden. Y es que basta con lanzar la mirada un año atrás para ver que hasta Manolo González, ahora alabado, estuvo muy cerca del precipicio. El 4-1 del curso pasado en el duelo entre ambos conjuntos acabó en bochorno perico (en el minuto 27 el resultado era de 4-0) y el técnico cuestionadísimo.
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Hay que tener memoria para no repetir el pasado. Y precisamente tras expiar sus pecados, Vítor Reis y Witsel regresan al Girona; y Pere Milla al Espanyol. El “eres malísimo” que le gritó el jugador perico al colegiado del duelo ante el Mallorca ya está perdonado y le toca volver al terreno de juego. Los blanquiazules sonríen. Suyos han sido tres de los diez tantos del Espanyol este curso. Además Montilivi le trae recuerdos excelentes. Suyo fue el tanto del triunfo, con el Elche, en la final del playoff de la campaña 2019-20 y que acabó con el ascenso. Los pericos quieren seguir en Europa y esto pasa por ganar, algo que no ha hecho aún este curso fuera.
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